“Con las subidas de piensos, gasóleo, electricidad y fertilizantes, el coste medio de producción de las explotaciones actualmente es de 40 céntimos el litro, según el estudio elaborado por la Fundación Juana de Vega publicado por la Xunta la semana pasada, por lo que cualquier contrato que fija un precio por debajo de los 40 céntimos sería ilegal”, advierte el presidente de Agromuralla, José Luis Pérez Barreiro.
Ante la inminente expiración de la fecha de renovación del contrato, Agromuralla reclama a las Administraciones, tanto la Xunta como el Ministerio, “evitar la firma de contratos ilegales por debajo de los costes de producción y ofertas abusivas por parte de las empresas”, denunciando una vez más “la situación de desventaja y la impotencia de los agricultores en las negociaciones con las industrias”.
Sanciones ejemplares
Agromuralla exige “acciones más allá de las palabras” por parte de las administraciones competentes, con “sanciones ejemplares” a las empresas, ya que tanto las cadenas de distribución como la industria láctea “se niegan a trasladar a las explotaciones la revalorización del precio de la leche y los derivados que se han producidos en los últimos meses en los supermercados”.
En este sentido, José Luis Pérez Barreiro reclama la “acción inmediata y de oficio” de la AICA, la Agencia de Información y Control de los Alimentos, dependiente del Ministerio de Agricultura. “La AICA debe pedir contratos a las industrias e impedir la firma de aquellos que incluyan precios por debajo de los 40 centavos por ser ilegales”, reclama Agromuralla. “De nada sirve aprobar una ley si luego no se cumple”, dijo el presidente de la asociación ganadera al ministro de Agricultura, Luis Planas, al que acusó de “ignorar el problema”.
“La Xunta se lava las manos”
Agromuralla denuncia que el “aumento de los costes de producción de los últimos meses, sin precedentes en la historia del sector lácteo, hace que las explotaciones ganaderas estén vendiendo a pérdidas”. Debido a este desfase, “continuar con la actividad es inviable y muchas fincas están al borde del cierre”, señalan.
“La desaparición de las fincas supondría la desaparición de la Galicia rural, pero la Xunta no hace nada para evitarlo, lo único que hace es jugar con el sector, usándolo como arma política contra el Ministerio, pero se lava las manos. Así, no ha aplicado ninguna medida que corrija, por ejemplo, que, en Galicia, los ganaderos estamos cobrando la leche dos céntimos menos que en otras comunidades cuando producimos un 40% de leche estatal y la calidad de nuestra leche es superior a la del resto”, apunta José Luis Pérez Barreiro.
“La solución no es ahorrar 4 céntimos a la industria”
Del mismo modo, Agromuralla no comparte que la solución sea establecer una prima única de 4 céntimos por litro, como reclama la Xunta al Ministerio, ya que se estaría “cubriendo los incumplimientos de la ley por parte de las industrias y premiando a quienes pagan menos por la leche”.
“Nuestra leche hay que pagarla al precio que se merece y una prima excepcional no corrige la situación”, asegura el presidente de Agromuralla, que agrupa a 400 productores de las provincias de Lugo y A Coruña.
“Las industrias tienen que pagar la leche como mínimo 40 céntimos, eso dice la ley, y con la propuesta que ha hecho la Xunta el mensaje que se le está pasando a las industrias es que se pueden ahorrar 4 céntimos, pagando la leche sólo 36, porque los otros 4 irían en una prima aparte”, denuncia José Luis Pérez Barreiro.
“La propuesta de la Xunta no aporta soluciones a los agricultores, sino que fortalece a las industrias premiándolas por infringir la ley”, afirma José Luis Pérez Barreiro, que pide “soluciones serias y de verdadera urgencia”.
Miedo a las consecuencias de la guerra en Ucrania
Agromuralla también expresa su temor a que la guerra de Ucrania provoque una nueva escalada en el precio de los cereales, ya que gran parte de las importaciones de maíz y trigo que realizan las industrias españolas de piensos proceden de la zona del Mar Negro. Otra consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia podría ser el aumento de los precios del gas y la energía. “Si todos estos costes siguen subiendo, con los precios que se ofrecen actualmente en los contratos las fincas no podrán permitírselos”, advierten.
Por eso desde Agromuralla consideran que “topar el precio de la leche en un máximo de 41 céntimos para todo el año 2022, como propone la Xunta, es una irresponsabilidad”. “La lógica, como establece la Ley de la Cadena Alimentaria, es vincular los precios de origen a los costos de producción, en base a un índice público que se actualiza mensualmente, y la situación actual no permite pensar que los costos de producción vayan a bajar, eso es por eso tampoco se debe limitar el precio de compra de la leche”, dice José Luis Pérez Barreiro.