Losinno comentó que se está realizando la producción y primaria y la comercialización, a través de cuatro proyectos que se están realizando en CONICET.
Se realizan en lugares como La Pampa, Villa María, Río Cuarto La Plata.
“La leche de burra es la más parecida a la humana, hipoalergénica natural, tiene baja concentración de la proteína que es más alérgica de la leche animal. Es una solución natural”, contempló Losinno.
Agregó: “Ayuda los bebés que son alérgicos, dejan de ser alérgicos entre un año y dos, en algunos casos puede no funcionar”.
El ingeniero Jorge Muract contó cómo fue que ingresó a esta producción lechera: “soy ingeniero, no tengo que ver con el campo, pero ví que le hace falta a mucha gente, bebés, niños y adultos. Es mucha la población”.
“Fuimos juntando burras de diferentes partes del país y trajimos gente que nos traía y hemos armado el primer corralón de burras en Villa María, conseguimos el primer lugar. Allí producimos la leche cruda y se lleva a la planta industria donde se envasa, se produce y se distribuye. El Conicet nos cedió un espacio para la planta, esta leche está certificada”, detalló.
Muract destacó la importancia de la leche de burra: “Ahora estamos trabajando con el ministerio de salud de la Nación para que sea medicamentosa, es decir, que sea reconocida por las obras sociales”.
“Nosotros la vendemos por Instagram, la empresa se llama Equslac, por lo general, se necesita un proceso de tratamiento, generarnos una relación a largo plazo”, comentó.
Ambos aseguraron que se necesitan 20 mil burras en ordeñe para cubrir la necesidad del país.
“Tenemos una oportunidad de crecimiento, estamos invitando a realizar cuencas lecheras”, contó el Ingeniero.