Se solicitó en 2017 una sobretasa arancelaria de 30% para la leche en polvo entera y descremada. También, un 27% para el queso gouda. Recién en 2019 se conoció el resultado negativo.
Productores del municipio de Lerdo piden que no se reduzcan ni desaparezcan los recursos asignados a programas para el apoyo al campo como son el Progan y Proagro.

El presidente de Aproleche Bío Bío, Juan Heredia, en octubre del año pasado llamó a las autoridades nacionales, regionales y a la Fiscalía Nacional Económica, a través de la Comisión Investigadora (Cndp), a apoyar la solicitud de salvaguardias a la leche y al queso.

“Debimos tener una respuesta en septiembre, pero se atrasó, porque aparecieron más antecedentes. Estamos a la espera”, detalló Heredia en aquella oportunidad, ante una demanda que partió en noviembre de 2017.

Finalmente, tuvieron que esperar hasta enero de 2019 para conocer un resultado. Eso sí, de manera negativa a la solicitud de apoyo.

Esta consistía, en lo específico, aplicar una sobretasa arancelaria provisional y definitiva de, al menos, un 30% para la leche en polvo entera y descremada. También, un 27% para el queso gouda.

Los motivos del portazo: “por una parte, no muestran que las importaciones se deban a una evolución imprevista de las circunstancias”, precisaron públicamente desde la entidad.

Y lo otro: “El daño en la rama de la producción nacional de leche predio está causado más bien por factores internos como el poder de mercado de la industria elaboradora y la sequía”.

Proyecciones
Juan Heredia lamentó la decisión. “Perdimos. Y cuando digo perdimos, no digo también por los dueños de las vacas, sino que por la zona de los Ángeles. Perdieron sus lecheros y sus trabajadores”.

Sobre el futuro del sector fue claro: “Lo que va a producir esto a la larga es que sigan existiendo reconversiones. El año pasado ya hubieron nueve empresarios lecheros que dejaron de pertenecer al rubro y el que sale no vuelve a entrar. Eso es una realidad que siempre ha sido”.

Es por ello que el dirigente teme que se produzcan nuevas bajas. “Lo que se espera es que sigan saliendo, dado que la cantidad de importaciones que vienen desde el 2017 al 2018 han producido una merma en los precios que hacen insostenible las lecherías”.

Es más, muchos para poder mantenerse con los actuales valores que se paga al precio del litro de leche, han tenido que vender vacas, lo que les ha permitido mantenerse.

“La señal del gobierno o de la Comisión, y de otros gobiernos en otras situaciones, es que no se apoya a la lechería. Hay que pensar que no nos quieren como lecheros. Entonces, tenemos que estar en uno que nos quieran y donde apoyen. Lo triste de una reconversión en este aspecto es la cantidad de fuentes laborales que se pierden. Es demandante de mano de obra permanente. Una mediana lechería de 200 vacas requiere de al menos siete personas”, reveló Heredia.

Para este año la proyección del precio por litro de leche es no más de $210 pesos. “Aún cuando la Odepa habla de $230, la que está con errores, porque hay movimiento de leche entre regiones y eso no lo tienen reflejado”.

La Federación Nacional de Productores de Leche, Fedeleche , también reaccionó. “Sólo nos queda acatar una resolución que definitivamente no compartimos. Y es que, además de agudizar la compleja situación que afecta al sector lechero, rama de la producción nacional que ha sido dañada injustamente por un mercado con evidentes fallas estructurales de competencia y donde el poder de compra de la industria láctea no tiene contrapeso en los precios de mercado. Supone una desestimación de los efectos ocasionados por la creciente participación de las importaciones en el mercado interno, con cifras, a la fecha, que ya superaron las alcanzadas los años 2016 y 2017, período que precisamente consideró la investigación”.

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