Falta leche en las usinas, y el mercado lechero está muy expectante. Lo primero que se nota que las empresas lácteas van a defender “su leche” a capa y espada. De todos modos, en enero una santafesina le sacó más de 50 mil litros a una cordobesa. Hay realineamientos industriales, y muchos aguardan las decisiones de Adecoagro.
(Fuente: TodoAgro) Hasta el momento ninguna empresa láctea, analizando todos los tamaños, salió a plantear en 2019 una competencia agresiva para capturar más producción de leche, a pesar de que el estrés calórico impactó fuertemente en las producciones, con caídas superiores al 30% en algunos casos.
Desde Saputo, destacan que ya son la primera láctea del país, y que la incursión por Buenos Aires y con actores del entramado cooperativo en 2018 ha sido muy exitosa. Como contrapartida, algunos tamberos vía Whatsapp hicieron llegar sus liquidaciones a TodoAgro mostrando diferencias superiores a 30 centavos entre volúmenes y calidades similares, separadas por 30 kilómetros de distancia en la provincia de Córdoba.
A la vez, institucionalmente fue llamativa la decisión de Saputo, corporizada por Héctor Molfino, de abandonar la Asociación Provincial de la Industria Lechera (APIL) y concentrarse en el Centro de la Industria Lechera (CIL), pero ayuda a armarse una idea en donde pondrá en foco la disputa por la leche.
En materia de pases de leche, no hay grandes novedades, salvo la captura de más de 50 mil litros de leche que hizo Corlasa (Esperanza, Santa Fe), de leche que era remitida a Punta del Agua. En la firma cordobesa están que braman, pero la diferencia habría sido superior a 30 centavos por litros. Al mismo tiempo, la empresa de la familia Gagliardi decidió renunciar a su afiliación al Centro de la Industria Lechera, en desacuerdo con el manejo y la forma de alguno de sus integrantes en las reuniones del nucleamiento lácteo.
Otra novedad, en materia de pases de leche, a punto a de abrocharse, es la compra de un importante volumen, concentrado en una cuenca bonaerense, por parte de una empresa cordobesa mediana que viene creciendo sostenidamente.
La otra novedad saliente del verano lechero, es que las plantas Morteros y Chivilcoy de la megacooperativa SanCor pasarán desde mañana 1 de febrero a manos de Adecoagro. Tras 4 meses de febriles negociaciones, ya se produjo la firma de los boletos de compraventa. El proceso de transferencia involucra a 300 trabajadores.
Tres grandes productores hicieron saber que fueron apalabrados por Adecoagro, que planea sostener un recibo del orden de 300.000 litros diarios en cada una de esas plantas. Hoy la zona noreste de Córdoba es un “hervidero”. Cabe destacar que Adecoagro se quedó también con las marcas Las Tres Niñas y Angelita.
Un mercado que no reacciona
Por el lado de las pymes, existe la sensación de que el 2019 será un año malo. “El mercado no reacciona, los productores exigen y no hay financiamiento, por eso verán que no existe stock, que los quesos se venden chorreando para hacernos de capital de trabajo, y eso no permite levantar los precios en la medida que los necesitamos y como sucedía históricamente”, expresó un industrial pyme con una planilla en mano en la que mostraba los bajísimos valores (en dólares) que se cobra en puerta de fábrica, con relación a los precios históricos de los quesos.
Un reporte de la Subsecretaría de Lechería mostró que la venta de leche fluida acumuló en once meses de 2018 una caída del 1,3 por ciento frente al mismo período del año anterior. La demanda de leche en polvo retrocedió 8,4 por ciento mientras que la venta de yogures y otras leches fermentadas marcó una caída 5,5 por ciento. La manteca cedió, por su parte, un 3,3%.
“La contracción en la demanda de leche y derivados se presenta como alarmante dada su magnitud y la constancia que ha mantenido la caída. En los últimos tres años las ventas internas de leche disminuyeron 10 por ciento de manera acumulada”, advirtió un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda.