Un empleado de SanCor escribía a Bichos de Campo hace unos días relatando la situación dramática que se vivía dentro de la empresa: “Hasta el momento SanCor debe a sus empleados (entre otras cosas) el aguinaldo y la actualización de los aumentos. Además esta semana solo les entregó 5.000 pesos del sueldo”. Ya no había de dónde rascar dinero. Tamberos y proveedores también hacían fila para cobrar.
La solución AdecoAgro no tiene nada que ver con el salvataje milagroso con el que se había soñado al principio, muchos meses atrás. Al ver cómo venía la cosa el grupo dio marcha atrás y se comenzó a pensar en un Plan B, que consistía en comprar parte de los activos en el desguace obligado de la cooperativa. Es lo que sucedió este lunes, luego de varios días de suspenso e intrigas.
Un comunicado de AdecoAgro sonó a música para todos quienes dependen de la sobrevida de la láctea que supo liderar el mercado local. “Adecoagro, empresa líder en la producción de alimentos y energías renovables, completó la adquisición de una planta de procesamiento de leche ubicada en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires; una planta de leche en polvo y quesos en Morteros, provincia de Córdoba, y las marcas Las Tres Niñas y Angelita”, se informó.
La operación traía mucho suspenso porque se venía demorando más de la cuenta. Quienes conocen la letra chica de la historia dicen que era por culpa de la AFIP, que no terminaba de aprobar la refinanciación de los pasivos que necesitaba la cooperativa, y que debía ser suficientemente generosa como para poder pensar en una supervivencia. Año electoral y ese trámite que al parecer comenzó a destrabarse. “AdecoAgro no hubiera firmado nada si así no fuera”, nos dijeron.
Por los activos que adquirió en esta vuelta de tuerca, AdecoAgro pondría algo más de 4 millones de dólares (sobre un total comprometido de 45 millones) que irían de inmediato a la AFIP para levantar las inhibiciones. La empresa que dirige Mariano Bosch informó que en su corta historia que arrancó en 2002 ya invirtió más de 170 millones de dólares. Cuenta ahora con más de 8.000 vacas en ordeñe en sus tambos modelo y genera más de 300 mil litros de leche por día, que ahora tendrá donde procesar. Pero ya tiene en marcha las obras necesarias para llegar a 14.500 vacas y 550 mil litros de leche.
A esta Sancor que va perdiendo activos sin lograr resolver su crisis, no le queda poca cosa después de esta otra amputación. Seguirá al mando de las fábricas de Sunchales (una de las más grandes del país, con una capacidad de procesar 1,5 millones de litros de leche por día), La Carlota (400 mil litros); Devoto (350 mil litros); San Guillermo (350 mil litros), además de una fábrica de envasado en Gálvez y el dentro de distribución en General Pacheco.
Pero también son muy elevadas sus deudas, no solo con la AFIP sino además con fondos de inversión como el extraño Buenos Aires Factoring (BAF), que puso muchos millones de dólares en las peores épocas de la cooperativa, vaya a saber de qué proveniencia.
Otro entuerto a resolver todavía es la relación con el grupo Vicentín, que es socio mayoritario de SanCor en ARSA, una sociedad anónima que maneja la línea de postres y yogures. En este caso se estaría negociando que la vieja cooperativa ceda la parte del paquete que le queda en su poder, y posiblemente alguna otra marca como la de los quesos Mendicrim, que es motivo de tironeo.
En todo caso, habrá más capítulos para este folletín. Es que nunca está muerto quien pelea. Aún a pesar a tener que dejar parte de su cuerpo en el campo de batalla.