Caída de consumo, aumento de precios, suba de costos, baja de producción, qué puede salir mal, todo.
No es que estemos en un veranito, pero la llegada del otoño puede ser más dura de lo que muchos imaginan. “Los lácteos van a seguir subiendo, por lo menos hasta Semana Santa, como todos los años” dice un industrial Pyme, que ve a las industrias más grandes como las impulsoras de estas subas ante la baja en las ventas.
El precio al productor se está volviendo competitivo, pero aún falta para que se vea una recuperación importante en la remisión, pese a que los volúmenes están mejorando de a poco. La lenta recuperación tiene nombre bien definido, los costos productivos suben a un ritmo muy acelerado. Esta espiral ascendente ya está viendo su pared cada ves más cerca, el consumo.
Cuando los próximos aumentos se vean en las góndolas el consumo se destruye asegura otro empresario del sector “nos va a pasar lo mismo que a la carne” grafica.
“Si bien la exportaciones mejoran, no olvidemos que el 80% de las ventas dependen del mercado doméstico” remarca, mostrando el freno que se viene. Y agrega, “esto complica a todos los actores de la cadena, y en 90 días puede ser muy grave la situación de seguirse en este camino”.
Mientras se llega a ese límite que impondrán los consumidores, nadie se anima a vaticinar que los costos bajarán o por lo menos se estabilizarán, al contrario ven un gran problema hacia adelante.