Argentina y Uruguay fueron los principales proveedores según informó el boletín del Departamento de Economía Rural (Deral), de la Secretaría de Agricultura de Paraná.
Las compras de lácteos al exterior vienen cayendo desde el 2016, cuando el país importó 245.280 toneladas, un 60% más en relación al volumen de 2018, desembolsando US$ 658 millones.
A su vez, las exportaciones brasileñas cedieron tanto en volumen (-40%) como en facturación (-48%) en 2018 con relación al año anterior. “Esto ocurrió a causa de un primer semestre débil en términos de volumen importado, considerando que en la segunda mitad del año el país importó un 27,8% más en volumen que igual período de 2017 y aumentó un 21% los gastos”, dice el boletín del Deral.
Los mayores proveedores en volumen fueron Argentina (con 90.490 toneladas) y Uruguay (44.480 toneladas), con una participación del 59% y 29% del total respectivamente. El principal producto comprado fue leche en polvo – 96.700 toneladas a US$271 millones de dólares. La Unión Europea – objetivo reciente de discusiones en el sector lácteo brasileño a causa del final de la tarifa antidumping del 14,8% – vendió en 2018 poco más de 7.000 toneladas. Nueva Zelanda, que también era objeto de arancel antidumping, exportó a Brasil menos aún (2.810 toneladas).
“Según datos del Ministerio de Agricultura (Agrostat), la participación de Nueva Zelanda y de la Unión Europea en las importaciones brasileñas ha sido poca en relación a los países del Mercosur (Uruguay y Argentina)”, dice el boletín de Deral. El texto advierte, sin embargo, que la retirada de las tarifas de importación de esos países podría representar “un enorme aumento” en esas importaciones, afectando significativamente el mercado interno y perjudicando a los productores locales.
Elaborado en base a Estadao y PortalDBO.