A España y a su primera productora láctea, Galicia, la UE la maltrató ya de entrada en 1986 cuando, pese a consumir unos nueve millones de t, concedió derechos de producción inferiores a seis; el final de ese sistema no fue mejor que el principio, pues se basó en previsiones erróneas.
Cuando culmine el presente mes de marzo se cumplirán cuatro años desde la última campaña en la que estuvo en vigor el sistema de cuotas lácteas. Serán 1.460 amaneceres sin que el ganadero se preocupe de la temida supertasa, multa por producir por encima de los derechos asignados.
Sin embargo, con la caída de esta fórmula proteccionista impuesta por la Unión Europea, que al partir de una cifra muy deficitaria permitió convertir a España en el mal llamado sumidero de los excedentes de Holanda, Dinamarca o Francia. Sin embargo, no se convirtió en jauja para nuestras granjas. De hecho, en estos cuatro años habrán desaparecido más de dos mil explotaciones gallegas. Seis mil por debajo de las alrededor de 13.500 existentes hace una década. Continúan hoy activas poco más de siete mil quinientas que han logrado situar su producción en 2,76 millones de toneladas. No es cifra pequeña, y en estos últimos diez años ha crecido en más de medio millón frente a los 2,25 de por aquel entonces. La mayoría, más de 300.000 t, desde la última campaña en la que imperaban los cupos.
Acudimos a los estudios del economista, exconselleiro de Agricultura y exparlamentario Francisco Sineiro, junto a su colega Jorge Santiso, que colaboran en multitud de trabajos sobre el sector agroganadero gallego y que, pese a jubilarse en el último año, forman parte del grupo de Economía Agroalimentaria e Medioambiental Ecoagrasoc de la USC, y no bajan los brazos para contribuir a que el campo se enfrente con éxito a sus debilidades y sea espacio de futuro.
Tratamos de averiguar a través del trabajo de Sineiro Producción e xestión do mercado sen cotas el impacto en el sector gallego, y este destaca que “entre os anos 2009, cando comezou o incremento da cota, e 2018, a produción de leite aumentóu en 1,2 millóns de toneladas en España e 0,5 en Galicia, e o leite de ovella e cabra en 0,2 millóns”.
El resultado fue “unha redución das importacións de leite en cisterna e outros produtos utilizados como materias primas pola industria” -bajaron a 50.000 toneladas- y un “aumento considerable das dispoñibilidades de leite para a industria, con crise de stocks nos anos 2014-2015”. Aquí cita los estudios de Santiso como fuente, como también en el uso que hace el sector de la materia prima, un 14 % recogida por intermediarios, como cooperativas o empresas privadas.
Se aprecia una gran diferencia entre la capacidad productiva y de procesado en Galicia, que baja al 56 % del total. Con datos de 2016 (ver gráfico), eran 1.150 millones de kilogramos los que viajaban en cisternas al resto de España para distintos usos, del envasado a la producción de quesos, yogures, leche en polvo, mantequilla… un 44 % buscaba mayor valor fuera de la comunidad.
De las restantes 1,5 millones de toneladas procesadas por la industria gallega dos terceras partes, más de mil millones de litros, acababa envasado, la mayoría en tetrabrik aunque también en batidos y nata. Por entonces, las queserías, el segundo mayor capítulo autóctono, acaparaban un 14 %, con 215 millones de litros; a leches concentradas o condensadas se iban 110.000.000 litros, a leche en polvo y mantequilla 75.000.000, cuarenta millones a leche y nata a granel y por aquel entonces solo 35.000.000 litros se convertían en yogures y postres. En 2016 la transformación en Galicia caía frente al ejercicio anterior en casi 130.000 toneladas, el equivalente próximo a los brics que dejaron de alimentar a toda España por la caída del consumo. Mientras, crecía en los productos de mayor valor añadido. El informe Santiso pone énfasis en ese “elevado desfase entre produción e procesado”, una situación que “vai variar pouco cós novos proxectos en marcha”.
VALOR. En cuanto a la evolución de precios de la leche, sostiene Sineiro que “España estuvo relativamente próxima á media da UE ata 2016, quedando por debaixo nos dous períodos de recuperación dos dous últimos anos”. Galicia se mantiene por debajo del resto de España, de media entre 2 y 3 céntimos, en 2018 un 7,4 % menos (2,4). “Parte desta diferenza é debida ás vendas de leite sen procesar”, de mucho mayor volumen que la de los productos elaborados.
Estos desequilibrios en el valor, que se dan en mayor o menor medida en distintos países, pero aquí se acentúa, indican “deficiencias na transmisión entre a produción e o consumo”. Se evidencia que después del periodo de precios altos de 2007/2008 aumentó el diferencial “nas marxes obtidas pola industria e a distribución”.
ESTUDIO PORMENORIZADO. Desde la Xunta el director xeral de Gandaría, José Balseiros, informó la semana pasada en el Parlamento que trabaja en un estudio “pormenorizado e completo” sobre la situación actual del lácteo, para identificar sus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.
Anunció además la constitución de un grupo multidisciplinar para trazar una estrategia con presencia de todos los agentes, expertos e investigadores. Se apuesta ya por reforzar la posición negociadora de los ganaderos en relación con el precio, o de reorientar la producción, ampliar la base territorial de las granjas y mejorar su gestión.
VALORACIÓN
Francisco Sineiro
Investigador ‘ad honorem’ del Grupo Ecoagrasoc-Economía Agroalimentaria e Medioambiental de la USC
“Hai carencias en terras, industria e organización”
••• Explica que “tratei de expoñer unha visión do sector lácteo na situación actual sen cotas. Temos puntos fortes no desenvolvemento das explotacións que foi acadado nas últimas décadas e no nivel profesional de gran parte dos gandeiros, ben reflectido no volume actual da produción, que equivale a 2,5 veces á que tiñamos cando se aplicaron as cotas, e na elevada densidade das granxas existentes nas principais zonas produtoras. Isto permite reducir o custo de recollida e a existencia de diversos servizos, como maquinaria, veterinarios ou técnicos, moi competitivos”.
••• El economista y exconselleiro de Agricultura no obvia “as nosas debilidades, centradas en tres asuntos: a limitada superficie das explotacións, as carencias na industrialización e tamén a organización da produción, cun baixo peso das cooperativas, cun 6 % do leite, e a ausencia na negociación nos prezos. Ademais tamén hai problemas de sucesión en parte das explotacións”.
••• Cree Sineiro que “nas últimas tres décadas a maior parte no debate estivo centrado nas cotas, que nos deron protección mentras as nosas explotación se foron desenvolvendo, e non nos asuntos que eu sempre defendín que eran as nosas carencias: terras, industrias e organización”.
CIFRA
70 millones de litros que se transformarán tras la próxima entrada en producción de una nueva industria de gran capacidad en Cuntis, A Coruña, que prevé elevar ese volumen.