Sin medias tintas, el funcionario adivrtió que “no se debe jugar con la nutrición de los niños y los ancianos”.
“Se debe asegurar la calidad en un producto tan esencial como es la leche, debe tener todos los nutrientes necesarios, y no un 30 por ciento menos de calidad”, señaló.
“Si se hace como una salida comercial es realmente vil, no se puede jugar con la nutrición ni con la inteligencia del futuro del país. Esto no tiene perdón y da vergüenza escucharlo”, insistió.
En las últimas semanas, los supermecadistas comenzaron a limitar la venta de sachets por persona y las empresas empezaron a ofrecer productos que se presentan como “derivados” para bajar los precios.
Moralejo aprovechó la oportunidad para seguir promocionando el proyecto de Mamuu, la marca pampeana que se elabora en el predio del CERET en General Pico. “El objetivo fue fabricar leche con un sentido social pero con calidad. La idea también era la de marcar precios de referencia tanto para el tambero como para el comercio. Tres años después nació Mamuu: una fábrica que produce leche entera, descremada, yogurt bebible y dulce de leche”, detalló.
“Hoy podemos llegar a un precio que le sirve al tambero que cobra un 10% más del precio de referencia y a su vez estamos fijando una rentabilidad del 10 y 15% para la fábrica, permitiendo al sector comercial un 20% de ganancia. Primero llegamos con una leche de alrededor de 20 pesos, que nos permitió llegar con un 30% menos de lo que son las grandes marcas”, agregó.
Variación.
El ministro confirmó dos variantes de importancia en el quehacer de la fábrica láctea: un correctivo al valor de venta de la leche y un incremento a la producción diaria.
“La planta hoy está a un 90% de su capacidad productiva, creemos que en abril vamos a lograr el 100%. Incorporamos un nuevo fermentador de leche para producir yogurt, vamos a pasar de producir 500 a 1.800 litros diarios, mejorando la oferta de este producto en góndola. Los aumentos que se han producido van acompañando a lo que es incremento de la leche que se le paga al productor, se pasó de pagar 6,50 pesos a 10,40 pesos, nos obligó a subir de 18 a 20 pesos el litro de leche. Lo importante es mantener el objetivo que nos planteamos, que íbamos a remarcar un 40% menos los productos respecto a las leches de primera línea y que estaríamos remarcando un 25% menos de las marcas de segunda línea”, explicó.
Moralejo recordó que el mismo beneficio va al tambero. “Le estamos pagando un 10% más por litro de leche, así que remarcamos entre un 25 y un 40% menos y a su vez le pagamos un 10% más al tambero. Estos siguen siendo precios de referencia tanto para la leche como producto primario, como así también para el producto en puerta de fábrica, es lo que debemos destacar”, concluyó.