Miguel Paulón, presidente del CIL, apuntó principalmente contra el mercado informal. “Hay derivaciones de leche” de muchos tambos, aseguró. Y habló de subfacturación en plantas procesadoras. La presión impositiva, un “estímulo” a la evasión.

Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera, delineo un cuadro de situación para explicar la menor oferta de algunos lácteos en góndola en el que incluyó el clima, la crisis del sector primario en 2018, el descalce de una firma que aportaba un volumen importante de mercadería dentro de “precios cuidados” y, sobre todo, la competencia desleal de empresas informales que captan una porción importante de materia prima. Esto último, incentivado -además- por la carga tributaria que alcanza al 42% del precio final al consumidor.

Tal como había comunicado la entidad en un parte difundido la semana pasada, Paulón indicó en declaraciones a Radio EME que desde diciembre las plantas lácteas sufrieron una caída en el recibo de leche del 23%. Lo atribuyó al clima (calor y humedad) y el efecto de la crisis en el sector tambero el año pasado, que redundó en alimento de menor calidad para los rodeos y la consecuente caída productiva. Sin embargo puso mucho énfasis en la competencia desleal.

“Hay derivaciones de leche, producto de la competencia desleal, a empresas que procesan con otras conductas comerciales y eso hace que los productos masivos sean los que más sufren en este momento”, dijo en referencia a tambos que destinan una porción de su producción a firmas informales. Aunque aclaró que el comercio informal “es una cadenita” en el que participan todos los eslabones, usinas incluidas. “O industrias que subfacturan sus productos y de esa manera guardan una parte comercializar por el canal 2 como le decimos nosotros”, agregó.

El ejecutivo también mencionó que el problema de abastecimiento de leche fluida se agravó ante la imposibilidad de una empresa que había suscripto el convenio de “precios cuidados” con el gobierno, que ante la suba de la materia prima en los primeros meses del año ya no pudo cumplir con el mismo. Hoy, dijo, “los números son muy complicados para la industria”.

En su análisis, Paulón también planteó que la elevada carga tributaria termina incentivando la actividad informal. “Cualquier producto en góndola tiene 42% de impuestos”, dijo, y remató: “eso a nivel impositivo también es tentación para la evasión; hay gente que vive muy bien eludiendo ese porcentaje”.

También confirmó que las empresas están abasteciendo al Estado (nacional y provinciales) con crecientes volúmenes de leche en polvo para planes sociales, pero aseguró que no tiene incidencia en el mercado. “Es cierto que el Estado está comprando más leche en polvo; se esta preparando esa mercadería para asistir a la población más vulnerables”, dijo, y aclaró: “no es un volumen tan significativo”.

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