El grupo francés encaja dos escándalos de contaminación por salmonela en año y medio; la empresa alega que ambos "ya están corregidos o fueron ajenos" a ella.
Imagen de diversas referencias de leche infantil de Lactalis Ibérica, que fue salpicada por contaminación este año / CG

¿Qué le pasa a la leche de Lactalis? El grupo francés ha encajado dos escándalos de contaminación por salmonela en apenas dos años, situándose en la diana mediática y teniendo que costear la retirada de miles de lotes de productos, ya sea por resultados positivos en los análisis bacterianos o por “precaución”. Pese a los dos lunares, la multinacional francesa alega que ambos casos están ya subsanados o que “fueron ajenos” al grupo.

Fuentes del sector han lamentado que la enseña gala, la segunda en facturación en Francia por detrás de Danone en 2017, se vea salpicada por este tipo de polémicas. “No es la primera vez que pasa, y cabría esperar más eficiencia por parte de las empresas, pues un simple caso levanta una gran alarma pública y daña su reputación”, han indicado voces del sector médico. Las mismas fuentes han señalado que otras grandes empresas, como Ordesa o Nestlé, también se han visto afectadas por episodios similares. No obstante, ninguna de ellas se ha visto obligada a pedir perdón a los padres de un bebé que contrajo salmonela, como sí ocurrió con Lactalis.

Unas disculpas y miles cajas de leche retiradas

El caso se remonta a diciembre 2017, cuando Lactalis tuvo que lidiar con un brote masivo de salmonela en Francia que afectó a decenas de bebés, tal y como consignó el Institut Pasteur de París. El episodio tuvo un doble impacto sobre Lactalis, que retiró voluntariamente 550.000 productos fabricados en la planta de Craon (Francia) del mercado español y más de 12 millones en todo el mundo. Las referencias retiradas de los estantes de las farmacias fueron de tres de las marcas más conocidas del grupo galo: Sanutri, Damira y Puleva bebé. En la península, el conglomerado, que absorbió Parmalat en 2011, pidió disculpas a la familia de un bebé vasco que contrajo salmonela. A los pocos días saltó otro caso.

Cuando apenas se había recuperado del escándalo, Lactalis se vio salpicada por otra polémica. Recuperó de los estantes hasta 16.300 cajas de leche infantil que se vendían en las oficinas de farmacia bajo el nombre comercial de Picot AR en Francia. ¿Por qué? “Por el principio de máxima precaución, que guía toda la producción y distribución del grupo”, según la compañía. Lo hizo después de que sus rivales Savencia (francesa) y Ordesa (española) sacaran de la venta al público miles de productos que comercializaban con la etiqueta de Modilac y Blévit por orden de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan). Dichas referencias se producían en una fábrica asturiana: Industrias Lácteas Asturianas (ILA), situada en el municipio de Navia.

“No es muy frecuente”

Preguntado por la cuestión, el doctor Jesús García, presidente del Instituto Madrileño de Pediatría (IMPe), médico del Mensajero de la Paz y vocal de la Sociedad Española de Pediatría Social ha advertido que “no es muy frecuente” que ocurran casos de contaminación en leche infantil. “Habitualmente las empresas tienen cuidado. Pero con la salmonela ocurre que el hombre es el huésped natural de esta enfermedad, pues integra con facilidad bacilos tíficos y paratíficos”, ha explicado. ¿Existen suficientes controles en el mercado? “En la Unión Europea y en España son muy rigurosos. Fíjese que la salmonela también se puede contraer consumiendo carne o huevos, por lo que el riesgo siempre existe”, ha agregado.

¿Qué recomienda este profesional? “Los médicos somos hipocráticos, no galénicos: no ordenamos, damos información de calidad y rigurosa. Por ello, los padres de los niños deberían fijarse si las leches en polvo que compran tienen la etiqueta de certificación de la UE. Y prolongar la lactancia materna”, ha prescrito. En este debate entre leche materna o infantil, el doctor García recuerda que la leche de la madre “es la única que jamás se contaminará”, por lo que una actitud razonable es optar por dar el pecho hasta los dos años, o más, si se desea, y hacerlo complementando con nutrición artificial si se cree conveniente.

“Somos muy exigentes en los controles”

Por su parte, un portavoz de la empresa ha matizado que de los dos capítulos de salmonela citados, “uno ya está remediado y el otro no tuvo nada que ver con Grupo Lactalis”. En relación al primero, la multinacional invirtió cerca de 10 millones de euros para sellar la torre de secado de leche que originó el brote de la enfermedad infecciosa en la factoría de Craon. “Ya no se utiliza esa torre. Y se trabaja en la misma fábrica con exigentes controles de calidad”, ha asegurado. En relación a la planta en sí, sostiene Lactalis que las bacterias “se encontraban bajo la torre cuando el grupo adquirió la instalación y, en cualquier caso, las autoridades francesas han dado permiso para fabricar allí tras las actuaciones de desinfección a fondo”.

Con respecto al segundo incidente relacionado con la enfermedad bacteriana, la misma fuente ha recalcado que el origen se encuentra en la factoría proveedora, y en ningún caso en una instalación propiedad del grupo. “Las autoridades sanitarias españolas obligaron a Ordesa a retirar productos, pero no a Lactalis. El grupo decidió recoger algunas referencias de las farmacias siguiendo el principio de máxima precaución, que guía toda la producción y distribución del grupo”.

Cabe recordar que Lactalis comercializa en España bajo las marcas de Puleva y Puleva Peques para los bebés; Président; Ram; Lauki; El Castillo; Nestlé café, Nesquik; Cholek; Nescafé Shakissimo y Chufi, entre otras.

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