Prácticamente todos los sindicatos agrarios han manifestado sus “dudas” sobre el “futuro” de Leche Río, tras el fallecimiento de su propietario el empresario lucense Jesús Lence.
El secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, puso el acento en “la forma de gestión muy personal” que extendió a lo largo de toda su carrera empresarial.
También ha reparado que ante una “ausencia clara de una solución de futuro, eso genera incertidumbre”. No obstante suscribe que “de momento no hay elementos para preocuparse excesivamente”. “Va a haber un antes y un después del papel del grupo Leche Río en el incremento de la producción de leche en Lugo y en Galicia”, encomia.
Dicho esto no esconde que “está la duda de cual va a ser la decisión de los herederos con respecto a continuar o como empresa familiar o trocearla”.
Desde Fruga, el coordinador en Lugo Elías Somoza ha antepuesto que “independientemente de las diferencias que pudo haber en su momento con Lence y con la empresa, es el momento de darle el pésame a la familia”.
También quiso “reconocer” cosas que hizo el empresario lucense, recordando que Lence “fue un empresario que en su momento llegó a ser de las personas que más leche recogía en el país”.
“Desde nuestro punto de vista fue un empresario imprescindible en el sector lácteo gallego. Ahora hay que ver el futuro de la empresa, esperamos que siga funcionado”, ha subrayado.
Isabel Vilalba, secretaria xeral del Sindicato Labrego Galego, ponía el acento en que la empresa “recoge menos leche que hace tres años, aunque sigue siendo una de las primeras firmas de Galicia”.
No disimula que “una cuestión importante es saber sí esta empresa va a seguir apostando por seguir en Galicia y sí va a apostar por recoger leche y pagarla, para darle valor añadido”.
Entre 500 y seiscientos son los productores lácteos a los que recogía leche Jesús Lence.