Podríamos hablar de una especie de revolución, porque una compañía australiana de tecnología de alimentos patentó un procedimiento por el cual logró mantener la leche de modo natural en el refrigerador durante al menos dos meses y sin aditivos, conservantes ni pasteurización. Hablamos de uno de los alimentos más importantes del mundo y que ahora, luego de décadas y décadas tiene una forma de ser conservada bajo frío sin perder sus propiedades.
Jeff Hasting, director ejecutivo de Naturo, con sede en Queensland, hizo referencia a la tecnología aplicada que logra mantener la leche fresca y saludable durante dos meses «sin cocerla», un avance que ya es catalogado como la mayor innovación en la industria lechera mundial desde la pasteurización en 1864. Y así lo dejó en claro: «Ofrecemos una técnica de tratamiento mucho más delicada y minimal, que no depende del calor, como la pasteurización, que es un proceso bastante agresivo, o como la homogeneización».
En tanto, añadió: «La nuestra es una tecnología de larga vida, pero produce leche fresca, con el sabor de la leche fresca», y deslizó la idea de una pronta exportación a países como China, Japón, Malasia e Indonesia, y luego al resto del mundo. Y al pensar en exportarla a los distintos continentes, un dato impactante es que podrá ser enviada a escala internacional sin tener que recurrir a un costoso transporte por vía aérea.
Según Hastings, ahora «existe un gran potencial para el desarrollo de una amplia gama de productos lácteos y de uso en industrias en las que se prefiere la leche sin pasteurizar, como la producción de queso». Ahora viene otra etapa, la de buscar inversiones para una planta piloto en Australia con capacidad para producir 10 millones de litros de leche al año. Y de ahí en adelante, ese será el primer paso.
Leche cruda
Desde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), establecieron una serie de aclaraciones respecto de la prohibición de comercializar leche cruda en las provincias de Buenos Aires y Mendoza por parte de la autoridad sanitaria competente. Así, se detallaron ciertas normas a cumplir para asegurar la correcta venta del producto, cumpliendo con las leyes dispuestas.
De esta forma, ANMAT considera necesario aclarar que se considera leche cruda, según se define en la «Norma General para el Uso de los Términos Lecheros» del Código Alimentario Argentino, a aquella que no ha sido calentada a más de 40º C ni sometida a ningún tratamiento con un efecto equivalente.
Así, en la página oficial del organismo argentina.gob.ar, determinaron que durante la producción primaria, la leche puede contaminarse con microorganismos procedentes de los animales o del medio ambiente y, por ello, puede contener bacterias patógenas como Salmonella, Escherichia coli 0157:H7, Listeria, Campylobacter, Mycobacterium tuberculosis y Brucella abortus, entre otros contaminantes biológicos.