«No outono falábase de tres céntimos e quedou nun», resume Andrés Saavedra, ganadero de O Ermo (Ortigueira). La mayoría de los contratos lácteos se renovaron el 1 de abril y ninguno cumple las expectativas de subida que manejaba el sector.
El incremento medio por litro oscila entre medio y un céntimo, que en algún caso acaba anulándose. Y es que este aumento se aplica al 70 % del precio de la leche (que varía en función de las primeras por volumen de producción o calidades). El 30 % restante se calcula aplicando una fórmula matemática que tiene en cuenta la cotización internacional de la leche en polvo o la mantequilla.
«Modificaron a fórmula e o que che soben por un lado quítancho por outro», concluye David Arnoso, presidente de la asociación de productores e productoras lácteos de Galicia (Prolega).
El precio base se situaría en 0,29 céntimos por litro, a lo que habría que añadir las primas aplicadas en función del tipo de leche (la denominada «de pastoreo» se paga a 1,5 céntimos más) y de las calidades (grasa o proteína). Estas cifras mantienen a Galicia entre las regiones donde peor se paga la leche. Quedan por debajo de los 33 céntimos de media de España y a mucha distancia de las cotizaciones alcanzadas en comunidades próximas como Asturias, con 34,9, o Castilla y León, con 33,4.
Dicíase que ía necesitar 400.000 litros ao día», explica Saavedra. Con la vista en 2020La «esperanza» radica ahora en la próxima primavera, cuando vuelvan a renovarse los contratos, previsiblemente con estas dos instalaciones ya en marcha. «Pero o impacto que terá será menor que o que ía ter este ano, porque hai industrias que tiñan limitada a produción dos seus clientes e que este ano xa lles están deixando manga ancha.
En calquera caso, en canto estean as dúas funcionando, vai facer falta máis leite», vaticina el ganadero ortegano. Los granjeros de la zona se ven, otra vez, «como o eslabón máis débil».