Según informó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla) el sector logró recuperar valor, alcanzando un balance positivo. No se trata de un tema menor, ya que no ocurría desde noviembre de 2017. Y esa relativa calma permite analizar temas que los problemas coyunturales no dejan ver.
Miguel Taverna, un referente de la lechería nacional que se desempeña en el Inta Rafaela, planteó en la 10° Jornada Nacional de Forrajes Conservados –que se concretó en Manfredi- aspectos importantes para el futuro de la cadena, que hasta ahora prácticamente pasaron desapercibidos por la puja de precios y los ruidos históricos que periódicamente existen en la relación entre producción e industria.
Según el profesional hay que mirar los mercados y las tendencias en el consumo de alimentos para imaginar posibles escenarios futuros. Y en ese abanico aparecen oportunidades y amenazas.
En primer término, lo positivo es que la proyección de incremento del poder adquisitivo en países superpoblados, como China, posiciona a la leche como alimento proteico de calidad. Pero también algunas cuestiones le juegan en contra, como la cultura vegana, y se avizora además una competencia mayor de productos sustitutos a los tradicionales lácteos, como leche, yogurt o queso.
“Al considerar la evolución de los sistemas de producción de leche en Argentina hay que tener en cuenta un contexto más general, ya que el país no es una isla, sino que existe un mundo global que condiciona esa evolución. Aparecen entonces una serie de desafíos y condicionantes”, comenzó diciendo Taverna.
“En lo que respecta a los productos alimenticios desde el punto de vista global, las expectativas son buenas. La demanda que se explica fundamentalmente por el crecimiento poblacional y el incremento del ingreso per cápita de muchos países. Cuando este sube el primer efecto es pasar a consumir proteínas de calidad y en eso la leche aparece rápidamente. Ahí existe una oportunidad significativa”, agregó.
Igualmente, para el experto es necesario considerar también otros aspectos, como la evolución de los precios internacionales.
“Un tema es la volatilidad de precios. Hay un montón de elementos que marcan ese comportamiento y todo indica que continuará de la misma manera por lo menos durante los próximos años. Es un punto no menor porque impacta en los precios internos. Hay que tener cuenta que esto de cobrar precios excelentes o muy buenos en un momento pero que después puedan caerse es parte de la realidad sectorial, que tienen mayor peso con una lechería argentina exportando”, subrayó.
Mercado
El referente reflexionó particularmente en los cambios en la demanda mundial de alimentos y el impacto en la lechería.
“Hay que pensar en el futuro de los mercados y del consumidor. En ese escenario aparecen con mucha fuerza los productos sustitutos. Hay una amenaza importante a las producciones como la leche, ya que se trata de industrias que están mucho más organizadas y con mucha potencia desde el punto de vista de la comunicación. Es probable que en una góndola nos encontremos con 5 o 6 opciones alternativas a un sachet de leche, yogurt o queso. También hay que seguir de cerca cómo van evolucionando los hábitos alimenticios sobre ciertos productos, como por ejemplo la vegania, que está muy presente en la nueva generación de consumidores”.
En ese sentido, destacó que las empresas que impulsan esos productos “son muy agresivos en la comunicación. No sólo tratan de valorar y resaltar los atributos de sus productos, sino que también se encargan de desprestigiar a los otros. Ahí pegan sin piedad, muchas veces con argumentos científicos no validados, pero la gente no necesariamente tiene que conocer cuales es el trasfondo de todo esto”.
Por ese motivo expresó: “Se trata de una cuestión muy compleja y difícil de sortear, sobre todo en países como los nuestros en los que no contamos con una adecuada comunicación hacia el consumidor”.
Producción
Taverna también analizó la evolución de la producción de leche en el país.
“A la producción le está costando mucho recuperarse. Cuando mostraba una cierta tendencia aparecieron estos eventos climáticos que están pegando fuertemente en algunas regiones, como Córdoba primero y Santa Fe después. Eso muestra que esa pequeña luz que había a favor del incremento se va a amesetar. La recuperación en el segundo semestre pasará a depender de las condiciones climáticas y su influencia en el bienestar de los animales. Pero en el mejor de los casos creo que va a ser un año parecido al anterior, a pesar de lo que se viene dando con los precios”.
“Lamentablemente está muy difícil el incremento del volumen porque si este se daría de la mano de un precio bueno les permitiría a los productores subir la facturación, algo muy necesario en estos momentos”.
En ese contexto y frente a la demanda exportadora, los precios deberían continuar en terreno positivo.
“En la medida en que el precio internacional continúe en estos valores y el dólar acompañe a la inflación, la exportación será importante y por la competencia entre empresas es de prever que el precio se mantenga relativamente bueno”.