No fue la falta de leche sino el dinamismo de las exportaciones del sector, que el año pasado crecieron cerca de 40% y en el primer trimestre del corriente acumulan una suba del 9%, el factor determinante de la recomposición del precio a los tamberos. Así lo sostuvo el Director de Lechería de la Nación, Alejandro Sammartino, en declaraciones a Radio EME de Santa Fe.
El año pasado las ventas saltaron a más de u$ s 1.000 millones de respecto de los u$ s 700 millones de 2017, situación que -afirmó el funcionario- impidió la baja en el precio de la materia prima que podría haberse generado ante la caída en el consumo doméstico. “El año pasado se exportaron 330.000 toneladas de leche; si se hubieran volcado al mercado interno nunca se hubiera recuperado el precio”, dijo y añadió: “este año, en estos primeros tres meses no es cierto, a pesar de que es la percepción que tienen los productores y la gente en general, que haya faltado leche y por eso subió el precio; eso pasó porque hay mercado interno y externo” para la producción.
Según el último “Tablero de Comando Sectorial”, que publica la Secretaría de Agroindustria de la Nación, el precio promedio nacional del litro de leche cruda fue en abril de $ 13,32, 118% superior a abril del año pasado. Sammartino indicó que en 2018 “gracias a las exportaciones el precio al productor se recompuso fuertemente”, creciendo de $ 5 a $ 6 por litro hasta $ 12 hacia fin de año “a pesar de que el consumo (doméstico) cayó”. Esta situación, sin embargo, no alcanzó para evitar fuertes quebrantos en el sector producto de la devaluación. “En un marco económico donde se está buscando estabilizar la moneda, claramente es más complejo para la cadena acomodarse cuando tuviste tres devaluaciones el año pasado”.
Sammartino aseguró que “el barro es el peor enemigo del tambo; el segundo son las devaluaciones”. Por eso las buena performance exportadora y la recomposición del precio al productor no tuvo el brillo que hubiera podido tener. “Nada luce, porque puede haber herramientas como las exportaciones, en carne y leche, que son muy buenas noticias; pero estas devaluaciones golpean demasiado la economía de los establecimientos”, reflexionó.
Sobre el desempeño exportador, dijo que se retomó “una senda” que se transitó los últimos 20 o 30 años, durante los cuales “Argentina exportó uno de cada cuatro o cinco litros” que se producen. Y esa es la lógica que -aseguró- el gobierno quiere para el sector. “Lo que entendemos como lógica del negocio es que el sector tiene que mirar afuera para lograr colocar todo el crecimiento que vamos a tener y el que estamos teniendo”.
Este desempeño del comercio exterior -agregó- habría logrado incluso romper la lógica histórica por la que el precio de la materia prima sólo mejora cuando cae el volumen de producción. “En el pasado la única forma de que el precio aumente era por caída de la oferta”, explicó. Pero el año pasado, aún con una caída del consumo doméstico, “no sobró leche porque se colocó en el comercio internacional”.
Incluso agregó: “desde todo el año pasado y en el comienzo de este año sobra leche en el mercado interno”. De lo contrario, “no se explica el crecimiento de las exportaciones”.