Luego de registrar pérdidas económicas durante diecinueve meses consecutivos las Pymes lácteas argentinas volvieron a obtener márgenes favorables gracias al importante ajuste de precios experimentado por los productos elaboradoras por las mismas (fundamentalmente quesos).
El “valor de referencia de demanda” en marzo pasado de pequeñas y medianas empresas lácteas (integradas en Apymel) fue de 12,6 $/litro versus un valor promedio ponderado pagado al tambero de 12,0 $/litro durante ese mes, según indica un informe realizado por el Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (Iapuco) en conjunto con el INTA.
En el caso de las grandes empresas lácteas (integradas en CIL), el valor de referencia en marzo (11,8 $/litro) estuvo nuevamente por debajo del precio promedio pagado a los tamberos y así acumulan nueve meses consecutivos con pérdidas económicas, según los cálculos realizados por los técnicos de Iapuco.
El “valor de referencia de demanda” expresa la capacidad de pago teórica por litro de leche cruda por parte de las industrias en condiciones normales de operación y para una situación de “nivelación” en los resultados de la empresa, es decir, sin margen de renta alguno (o renta cero).
Valor mensual de referencia de demanda (“FAS teórico lechero”) versus precio “pizarra” de la leche pagado al tambero. Promedio nacional. Iapuco
Frente al importante ajuste de precios de la leche pagada a los tamberos –producto de la escasez de materia prima– las Pymes lácteas (en su mayor parte de base quesera) parecen estar mejor preparadas que las grandes industrias para adaptarse a la actual coyuntura caracterizada por una creciente pauperización del poder de compra el consumidor argentino.
Las grandes empresas lácteas, en cambio, que dependen del canal supermercadista para comercializar su producción, además de una caída de la demanda y crecientes costos operativos, ahora deben enfrentar también una embestida intervencionista por parte del gobierno nacional.
En el último año, según los últimos datos publicados por el Indec, la “canasta láctea” mostró una inflación interanual del 82.1% versus un 64.7 % el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en comercios y supermercados de la ciudad de Buenos Aires. Las mayores variaciones interanuales correspondieron al queso cremoso (+88.6%), queso pate-grass (+87.2%), queso sardo (+83.8%) y manteca (+79.2%).