Fue designado como representante de los ganaderos especializados en la producción de leche del país.
De entrada, el santandereano Galvis Ramírez dijo que “debe existir una norma en la que al productor le otorguen el 50% del precio final del producto, y el 50% restante sea para la industria”.
Estimó que es la única salida para que este segmento de la producción pueda sobrevivir a pesar de producir la leche de mejor calidad en el país.
Dijo que la realidad es otra: hace 30 años al ganadero le quedaba el 70% y ahora, solo el 30% de ese precio final al consumidor.
“Cada vez la industria se concentra más y obtiene jugosas ganancias a costa de las pérdidas de todos los productores, que son los que ponen la tierra, los animales y todos los recursos necesarios para la producción de leche”, agregó.
Galvis Ramírez manifestó que la industria lechera del país gana mucho dinero; mientras que los productores a diario se quiebran.
El directivo manifestó que ante esa crítica situación, muchos productores de leche no le ven futuro al negocio, por lo que se han volteado hacia la consecución de carne.
Destacó que los costos de producción son una talanquera que pesa mucho en esa ecuación económica. Estimó que el valor de los insumos y la energía en el campo, son excesivamente costosos y ayudan a la inviabilidad de la operación.
Galvis Ramírez dijo que una muestra de lo anterior, es que a inicio del 2019 se encontraron con un incremento entre el 7% y 10% de los insumos, 9% para el concentrado y como si fuera poco, “el Gobierno emitió una norma que ordenó incrementar solo en 3% el precio pagado al productor, algo muy inferior a la realidad”.