Se establecen plazos de 10 años para bajar de forma progresiva aranceles; Valeria Csukasi, delegada de Uruguay en las negociaciones, explicó impactos en otros rubros.

Tras más de 12 horas de discusión en el edificio Berlaymont, en Bruselas, el Mercosur y la Unión Europea (UE) anunciaron el pasado viernes la firma de un tratado de libre comercio, 20 años después de iniciadas las negociaciones.

El acuerdo llevará al menos dos años para ponerse operativo y necesita del voto para su aprobación de los parlamentos de los países de ambos bloques, aunque no de todos necesariamente para comenzar a funcionar en lo comercial.

La delegada de Uruguay en las negociaciones y directora general para asuntos de integración y Mercosur del Ministerio de Relaciones Exteriores, Valeria Csukasi, apuntó que con relación al sector lácteo, uno de los más preocupados en el país tras la concreción de este acuerdo y del que menos detalles se brindaron este viernes, el Mercosur no aceptó “la eliminación horizontal de los aranceles”.

Lo que se otorgó, explicó, fue una cuota recíproca para las dos vías de 10 mil toneladas para leche en polvo, tanto entera como descremada, y de 30 mil toneladas para los quesos.

Estas cantidades abarcan límites para todo el bloque y todo será implementado en un plazo de 10 años de forma progresiva.

A su vez, los aranceles que van hasta el 28% se van a ir reduciendo hasta que en el año 10 van a llegar ser cero.

El acuerdo proporcionará acceso libre de impuestos sujeto a cuotas para los productos lácteos de la UE (actualmente arancel del 28% que es impuesto por Brasil y es arancel común de todo el Mercosur), especialmente para los quesos.

“Esto fue algo que se peleó intensamente pensando que los tiempos el sector puedan permitir una adaptación para un sector que hoy reconocemos todos pasa dificultades. Estamos hablando de 10 años más los dos que llevaría la entrada en vigor del acuerdo, que será cuando se verá el impacto real y completo”, explicó la técnica.

Agregó que Uruguay “defendió en todo momento la sensibilidad del sector, sabiendo sobre todo que del otro lado hay producción subsidiada”.

“El Mercosur pareciera va en contra del mundo, con las épocas más proteccionistas cuando el mundo se abría y de mayor apertura ahora que se cierra. Ahora tanto la Unión Europea como el Mercosur entendieron que era hora de dar una espaldarazo a la apertura comercial”, expresó Csukasi en Radio Rural.

Entre otras aristas del acuerdo, Csukasi aclaró que en cuanto a las indicaciones sobre las denominaciones de origen, los nombres de uso común en Uruguay como puede ser el queso parmesano, “van a poder seguir usándose”.

“En algún momento se habló de que no se pueda producir más parmesano. Eso no es así. Está asegurado el uso para los productores uruguayos de la misma forma que la posibilidad de exportar bajo ese mismo nombre”, explicó.

Csukasi agregó además que esta negociación siempre fue calificada como una de las más difíciles que estaban abiertas por la contraposición de intereses desde el Mercosur en un sentido agroexportador y desde la Unión Europea con un enfoque en lo industrial.

Otros rubros

Por su parte, otro de los rubros que se mostraron preocupados, una vez conocido el acuerdo, fue sobre la posibilidad de que algunos países con vinos muy baratos en Europa puedan competir en Uruguay.

Según manifestó Csukasi, los aranceles en este caso se van a ir eliminando progresivamente durante ocho años, hasta ser cero tanto para los vinos que provengan de Europa como les que vayan desde el Mercosur.

También en un plazo de 10 años serán eliminados aranceles para los cítricos y las manzanas. En 2014 Uruguay pasó a ser considerado un país de renta alto y perdió preferencias arancelarias en la Unión Europea para el ingreso de cítricos. Hoy el principal mercado para ese productor es Estados Unidos.

En el sector cárnico, uno de los más importantes, el acuerdo hará que la “cuota Hilton” (cortes de alta calidad comercial) deje de pagar aranceles. Actualmente las exportaciones uruguayas pagan un 20%, por lo que según cálculos realizados por El Observador, Uruguay se ahorraría alrededor de US$ 14 millones, ya que su cupo es de 6.280 toneladas cuyo precio actual es de US$ 12.000.

El Mercosur podrá exportar hasta 99.000 toneladas peso carcasa con un arancel de 7,5%, de las cuales un 55% será para cortes enfriados y el 45% restante para los congelados. La administración será mixta y aún no se conoce el porcentaje exacto que le corresponderá a cada país, aunque la última negociación entre los países del Mercosur había establecido que fuera un 25% para cada uno.

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