En la ciudad el sachet de leche de 1l cuesta en promedio $50 pero en algunos almacenes o supermercados llega a valer más de $60.
Rafaela y la región se encuentra en la zona denominada cuenca lechera caracterizada por la influencia de las empresas lácteas y la gran cantidad de tambos que predominan en este sector del país. Sin embargo no es una excusa para mantener los precios altos y es n sector que no escapa a la crisis económica Argentina la cual pega de forma cruda en todas las economías regionales.
Según explica el informe de la UNDAV: “En la actualidad, el sector lácteo transita uno de sus peores momentos en su historia. En primer lugar, la demanda interna languidece por la pérdida de poder adquisitivo. Este escenario no sólo afecta a los productos procesados de mayor agregación de valor, sino que también redujo la demanda de leche líquida y en polvo. A su vez, a nivel nacional, la situación económica se vio marcada por la caída en el consumo por la disminución en el poder adquisitivo y la ausencia de políticas públicas paliativas ante el deterioro de la situación sector”.
Profundizando en los aumentos de los costos, los combustibles encarecieron fuertemente la logística. También para el sector fue perjudicial la decisión del Gobierno actual de eliminar los reintegros a las exportaciones en sectores que agregan valor, entre ellos el lácteo que se redujo el reintegro del 3,7% a 1,3%.
Por otro lado, la industria se ve impactada por una reducción en la demanda externa, producto de la abundancia de excedentes en el resto del mundo. El informe elaborado por la Universidad Nacional de Avellaneda detalla que “el comercio exterior del sector lácteo se caracteriza por ser históricamente positivo, con exportaciones que superan con creces a las importaciones. Sin embargo, y a pesar de las mejoras que se experimentaron en materia de competitividad cambiaria, las exportaciones cayeron en los primeros cuatro meses respecto de iguales meses del 2018. Las exportaciones de productos lácteos pasaron desde 275,3 millones de dólares en el período enero-abril de 2018 a 261,2 millones de dólares en el período enero-abril de 2019. Esto significa una baja del 5,1% en términos porcentuales”.
Inflación en los lácteos
Las familias argentinas cada vez se restringen más en el consumo de estos alimentos ya que sus precios en promedio, según datos del INDEC, tuvieron una variación interanual en marzo de 81,2%.
El lácteo que más subió es el queso cremoso, el cual duplico su precio respecto al año pasado. Diferentes son las calidades y los precios que se manejan en Rafaela, pero según pudo averiguar Diario CASTELLANOS en los almacenes y supermercados el precio promedio del queso cremoso de calidad media, el kilogramo cuesta $320.
La manteca también es un producto que cada vez se restringe más y el precio de los 100 gramos, en la ciudad, ronda en promedio los 60 pesos, mientras que la de 200 gramos tiene un costo promedio de $95. Respecto al año pasado marcó un aumento de 87%.
Lo que realmente a las familias les cuesta pagar pero tienen que comprarlo de todas formas y en muchas ocasiones buscan la alternativas con terceras marcas, es la leche. Esencial para los niños ya que es el alimento más completo al tener las proteínas y calcio que son necesarios para el fortalecimiento y crecimiento de los huesos. Para este caso el aumento fue de 85,5% de marzo de este año respecto al mismo mes del año pasado.
El precio de la leche es el que más se modifica porque las calidades y las marcas son muchas, entre ellas se destacan leches que son nuevas y tienen precios muy bajos, ya que supieron ver la calidad del poder adquisitivo y la necesidad de las familias de comprar leche. Entonces aprovecharon para lanzar su marca más barata pero de mucha menor calidad. Es por eso que en la ciudad se puede encontrar el sachet de leche de 1l a $35 y otras marcas de mayor trayectoria al precio de $65.
Diferente es el caso de la leche que viene en el envase de tetra pack, su precio de oferta es de $50 en un supermercado de la ciudad, mientras que en algunos almacenes de barrio llega a valer $80.
Lo que realmente se fue por las nubes es la leche en polvo e incrementó su precio un 73,8%. El costo en la ciudad es de un poco más de $300 la caja de 800 gramos.
Otro lácteo característico que no se escapa de la inflación es el dulce de leche, la variación interanual de marzo de 2018 al mismo mes de 2019 fue del 85,5%. En las góndolas de supermercados locales el pote de 40g se encuentra en un valor de $50 para marcas de menor calidad y la de más reconocimiento al precio de $85.
Caídas de las ventas
Según datos oficiales del Ministerio de Agroindustria, las ventas de leche fluida cayeron 12,1% en los primeros 4 meses del 2019, interanual. Si la comparación se realiza respecto del mismo período del año 2015, se nota un retroceso de 16,3 puntos porcentuales en las ventas.
Por eso mismo, la estimación que hace el Observatorio de la cadena láctea Argentina (OCLA) indica que para el año 2019 el consumo por persona se ubicará aproximadamente entre los 183 litros anuales, que se equiparían al mismo consumo de la crisis económica política y social de los años 2001 y 2002.
Según explica el informe elaborado por la Casa de Altos Estudios: “Dada la importancia que tiene la leche para una alimentación saludable y nutritiva, esta baja implica un cambio forzado en los patrones de consumo debido a que la leche es un producto básico e imprescindible y con una baja elasticidad precio de la demanda casa”.
Menor producción
A los problemas nombrados referidos a la caída de consumo, sobretodo del interno, según se deriva de los datos oficiales de la Subsecretaría de Lechería del Ministerio de Agroindustria, la producción de leche primaria bajó en abril de 2019 (-1,2%) respecto al mismo mes del año 2018.
La serie anual de producción de leche indica que el sector continúa sin repuntar luego del impacto que significaron los cambios en la política económica, en diciembre de 2015. Los 10.526,6 millones de litros producidos en 2018 se encuentran muy por debajo de los 12.060,9 millones de litros elaborados durante 2015 (una baja específica del 12,7%).
Situación de los tambos
El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina publicó, con fecha 30 de junio, que la participación del sector primario mejoró un 5,2 % y que el valor pagado al productor por litro de leche es de $14,84, marcando una mejora de 131,5% respecto al mismo mes del año 2018. Pero a pesar de esto la situación sigue siendo difícil y el precio de góndola cuadruplica lo que se le paga al productor.
“Para julio (donde probablemente la producción, de no mediar situación meteorológicas adversas, comience a recuperarse en forma mucho más sostenida) dependerá por un lado si los precios de la leche comienzan a desacelerar su crecimiento estacional, y para ello hay que observar cómo evolucionan tanto el consumo como los precios domésticos (ya han subido muy por encima de inflación y salarios), cómo se mueva el índice inflacionario para los costos y sobre todo el tipo de cambio y los precios internacionales (que presenta importantes bajas en las últimas cotizaciones). Es fundamental que los niveles de rentabilidad del sector primario se sostengan en el tiempo, en tasas similares a las actuales, para recomponer los resultados extremadamente adversos que enfrentó el eslabón primario en los últimos tiempos”, detalla el informe elaborado por OCLA.
Mientras tanto, el director de la Asociación de Productores Lecheros, Daniel Oggero, hace unos días, en un nota con el Destape, fue más severo con su análisis y dijo que la situación de los tambero es desesperante y para que realmente, producir leche sea rentable, tendrían que pagarle a los productores $17 sin modificar el precio en las góndolas.
Además dio un panorama negro para el futuro diciendo que “el precio del litro de leche podría llegar a los $100 si el gobierno no toma medidas para revertir la situación”. Además fue contundente al decir que “No hay techo del precio de la leche. Los empresarios la están juntando con pala mientras los productores están vendiendo las vacas”. Además agregó que “en el país de las vacas nos vamos a quedar sin leche. Sólo van a poder consumir leche unos pocos privilegiados”.