Se suspendieron las elecciones en La Serenísima y se dio en un marco de rareza el modo en que el oficialismo se presentó en la disputa. Ahora deberá ser el propio Atilra Capital, o la Secretaría de Trabajo, quien fije una nueva fecha.

El pasado 11 de julio estaban llamadas y previstas las elecciones a delegados en la empresa láctea La Serenísima Longchamps, una de las firmas claves dentro del sector gremial de Atilra Capital, pero de manera insólita y llamativa, fueron suspendidas por los mismos quienes habían convocado, es decir, el oficialismo. Los veedores del Ministerio de Producción y Trabajo aprobaron la detención de los comicios, al mismo tiempo que se comprobaron varias falencias en la convocatoria.

El comienzo de la votación se había determinado a las 4 de la mañana, cuando media hora antes se presentaron en French y 25 de Mayo, en la localidad sureña de Longchamps, miembros de la cartera que conduce Lucas Aparicio. Allí, la oposición estaba toda completa, mientras que lo que no quedaba totalmente claro, era quienes eran los postulantes oficiales por Atilra Capital Federal, quienes además tenían la foto y el guiño de Héctor Ponce, secretario nacional del sindicato lechero. Estos últimos tenían la intención de que la votación se realizara con una sola urna y con una elección individual (cada candidato por separado y no por lista), siendo que la normativa del estatuto de Atilra indica que esto no es posible, ya que cuando la modalidad fuera la que en este caso pretendía el oficialismo, la elección debe ejercerse con dos urnas. Las discusiones antes de formalizarse la suspensión se estiraron durante el lapso de una hora y media.

Otro episodio confuso se dio cuando los postulantes oficiales presentaron un padrón al que le faltaban trabajadores, según también comprobaron los representantes laborales del Gobierno Nacional. Tampoco tenían fiscales.

Ahora, el resultado de lo sucedido la semana pasada en La Serenísima deberá traducirse en un inminente nuevo llamado a elecciones por parte de Atilra Capital, caso contrario deberá ser la Secretaría de Trabajo quien las fije –lo cual nunca es positivo que el Gobierno interceda- y con la tradicional modalidad: elecciones a lista completa. La nueva convocatoria tendrá que ser antes que urgente, ya que los delegados que hoy ejercen la representatividad dentro de la firma (liderados por Cristian Oliva) cumplieron con el mandato y deben que renovar.

Lo extraño en lo ocurrido fue que el propio oficialismo fue quien convocó a las elecciones, habiéndolo realizado también con irregularidades ya que se hizo fuera de término estatutario, y fueron los mismos quienes avalaron la suspensión, en acuerdo con la comisión directiva de Atilra Capital y lo que le dio más relevancia, con la aprobación del Consejo Directivo Nacional.

La semana pasada, Ponce sufrió un revés electoral siendo que su alfil en Danone perdió la representación laboral en manos de la oposición por 57 sufragios y así, puso en disputa su liderazgo, lo cual puede traerle algún dolor de cabeza en el futuro.

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