Son tiempos de cambios en las oficinas de Nestlé en España. La multinacional alimentaria nombró a un nuevo director general en junio de 2018 y, sólo un año después, su mano ya se nota en el organigrama. Jacques Reber aprobó la revolución, que se agudizó en los últimos meses con la salida de hasta nueve directores desde el pasado mes de abril. El plan: rejuvenecer la cúpula del gigante en la Península Ibérica con nuevos nombres.
El listado de salidas es amplio, según consta en el Registro Mercantil. El último en abandonar la sede de Esplugues de Llobregat (Esplugues) fue Miquel Barbany, hasta entonces director de chocolates y leches en el país. Lo acompañó Luis Miguel López, exdirector de recursos humanos. Ambos, ya veteranos, abandonaron Nestlé para ya jubilarse.
Este mismo mes de julio también se hizo constar el adiós de Ramón Montserrat, director de servicios de ingeniería y packaging. Hubo cambios al frente de la fábrica de Girona, que concentra la producción de café del conglomerado para toda Europa: Jordi Frigolé, director la instalación catalana, cedió el testigo a pesar de haber sido nombrado en 2011.
Antes, la revolución había afectado a Jordi Romero, exdirector de seguridad, y Montsé Banqué, hasta mayo directora de regulación de Nestlé Health Science. En abril ya se registraron las salidas de Joaquim Salvany, director de logística de Nestlé Health Science; Miquel Bonet, director de seguridad alimentaria; y Enrique López Vallejo, director de ventas en España.
Consultado por Economía Digital, un portavoz de la empresa confirmó los cambios. Sin embargo, rechazó la búsqueda de un denominador común para todas ellas: “Son propios del funcionamiento de una empresa como la nuestra y se dan habitualmente”, señaló.
Nestlé en 2019
Nestlé España tiene un plan para frenar el descenso de sus cifras. A falta de los resultados de 2018, la compañía sufrió un descenso de las ventas en la práctica totalidad de sus divisiones en 2017, por lo que ahora busca vías con tal de reanimar los números. El método escogido viene con una marca de renombre: Starbucks, de la que ya vende cápsulas en supermercados y tiendas.
“Este año va a hacer crecer las ventas claramente y nuestro objetivo es tener un crecimiento mejor que el del año pasado”, auguró el director general de la filial española, Jacques Reber. “El arranque del ejercicio ya ha sido mejor que el de 2018”, comparó. El año pasado, la empresa vendió 1.928 millones de euros, apenas el 0,4% más.
Sin cifras de objetivos concretas y con las expectativas muy altas, Nestlé comercializa cápsulas tanto de Nespresso como de Dolce Gusto y también vende café en grano y molido. Fueron las exportaciones las que terminaron por asegurar el crecimiento de la facturación.
“Con la inversión realizada, las expectativas son muy altas. Queremos erigir un tercer pilar dentro de nuestra división de café por detrás de Nespresso y Nescafé”, añadió Reber. España fue uno de los primeros países del Viejo Continente en el que se introdujo la nueva marca después de comprar sus derechos por 6.119 millones de euros en mayo de 2018.
Además, la apuesta por la nueva adquisición podría traducirse también en un incremento de la producción en España. Si bien la filial trató de quedarse con la fabricación de las nuevas variedades, finalmente cayeron en Portugal. De producirse un alza de las ventas, el producto podría terminar por elaborarse en Reus (Tarragona).