Opera como una cooperativa pero sus socios más importantes son poderosas familias alemanas del sur, ¿Competencia justa o desleal? Juzgue usted.

A un año del comienzo de la guerra de la Leche o también llamada guerra Blanca, que puso a Colún en el ojo del huracán siendo acusada por las otras empresas del rubro por competir de forma desleal, aprovechándose de los beneficios que proporciona el estado a las cooperativas, los que no son menores. Es más algunos culpan a Colún de sus resultados, ya que la lechera realizó una carrera meteórica que hoy la posiciona en la cooperativa lechera más exitosa en la historia de Chile. La venta de sus productos lácteos totalizó 346.000 millones de pesos ese año, o unos 500 millones de dólares.

¿Qué hay detrás de este caso de éxito?

Colún nace en 1949 en la ciudad de la Unión, hoy transformada en capital de la Provincia del Ranco, como una Cooperativa Agrícola y Lechera de la Unión Limitada, compuesta por 70 fundadores con el objetivo de comercializar su leche y abastecerlos de insumos y servicios. 70 años han pasado de eso y hoy sus socios bordean los 730 socios, quienes trabajan tanto en los predios como en el procesamiento de la leche y sus derivados, elaborando productos lácteos para Chile y el mundo.

A diferencia de las empresas lácteas del país, Colún es una cooperativa, por lo tanto, recibe una serie de beneficios como el no pago de impuesto a la renta y del impuesto global complementario para sus socios; no pago de impuesto de timbre y estampillas; no pago de IVA en servicios que prestan a sus socios; y el pago de un 50% menos de contribuciones, patentes municipales y tasas al fisco.

La ley entiende que las cooperativas, cualquiera sea su tamaño, no generan utilidades, sino remanentes. Estos excedentes se reparten entre los socios dependiendo de su participación en la cooperativa. Todos tienen distintos grados de participación, dependiendo del pago que se realiza como socio al ingresar a la organización. Sin embargo, en las asambleas generales, donde se elige al directorio, cada socio representa un voto.

Lo anterior, pone al resto de las empresas lecheras como Watts, Soprole y Nestlé en un escenario complejo amenazando el ejercicio de la libre competencia. Durante el primer semestre de este año, el rubro exportó 92 millones de dólares, principalmente a China y Venezuela, según datos de Odepa. Solo en el caso de Soprole, la ganancia neta de la compañía en 2018 fue de más de 25 mil millones de pesos, mientras que en 2017 fue de más de 30 mil.

Socios de Colún

Como ya lo mencionamos Colún posee más de 730 socios, sin embargo un porcentaje no menor es ocupado por conocidas familias de alemanes en el sur de Chile, el caso más destacado es el de la Familia Grob, quienes tienen el 5,9% de participación en Colún. Augusto Grob Fuchs, lideró por más de 16 años a la lechera, construyendo una gran fortuna familiar en torno a la lechera. De la misma familia, encontramos a Carlos Manuel Grob Anwandter, quien tiene 1.459.020 cuotas de participación.

En tanto, La Sociedad Agrícola y Ganadera El Pilar, tiene 1.428.683 cuotas de participación, los dos socios de El Pilar son las sociedades Rentas Viga Limitada y Rentas Cimenta Limitada. Ambas sociedades tiene como dueños a la familia Grob, encabezada por el ex presidente de la lechera, Augusto Grob Fuchs, y sus hijos Rainer, Thomas, Teófilo y Ducan Grob Urzúa, todos socios de Rentas Vigas y Rentas Cimentas, según datos del Diario Oficial.

El actual Presidente de la cooperativa, Juan Carlos Zwanzger Larre, tiene poco más de 42.500 cuotas, mientras que su familia acumula 182.842 cuotas. A esto hay que agregarle que Agrícola y Ganadera Don Carlos Limitada tiene 363.689 cuotas, donde Juan Carlos Zwanzger es socio junto a María Loreto Zwanzger Larre y a María Angélica Larre. Todo suma una participación de la familia del 0,5% en la propiedad de la cooperativa.

Agrícola Boquial, la tercera firma con más cuotas de participación en Colún, tiene como socios a la familia Mohr Meyer. La que sigue en participación, es la firma Agrícola Las Mercedes, que tiene como dueños a la familia Köster Grob. Luego le sigue Agrícola y Comercial G.M., de Ibet Elinor Hess Peters, Alberto Ricardo Mohr Meyer y Alejandro Otto Herbach Hess. Alberto Mohr también es consejero en el directorio de Colún.

Agropecuaria Linz representan 1,5% del total de la propiedad de la compañía láctea, la que pertenece a la familia austriaca Leitner. Con 1,3% del total de cuotas se encuentra Agrícola La Aguada, de propiedad de la familia Pérez de Arce. Le sigue Agrícola y Ganadera Pincoy, con 1,3% de las cuotas, de Fernando Becker, Alicia Magofke y sus hijos Pablo y Federico.

Le siguen los empresarios Enrique Vogt Gebauer y Michel Martabit Caspo, con 1,2% de participación cada uno.

En pocos años, Colún pasó de ser una lechera más, a ser la más importante del país. Según el último informe de Odepa sobre la recepción de leche en Chile,-que registra el volumen que recolecta cada empresa -, entre enero y junio de este año Colún supera los 235 millones de litros. Mucho más atrás le sigue Watts, con 107 millones de litros.

Según el balance anual de 2017, Colún es la cooperativa lechera más exitosa en la historia de Chile. La venta de sus productos lácteos totalizó 346.000 millones de pesos ese año, o unos 500 millones de dólares.

El éxito de la cooperativa es impresionante, pero, ¿están compitiendo de forma justa en el mercado nacional? ¿Deberían ser tratados como una empresa sin beneficios especiales? Esta guerra aún no termina.

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