La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) analizará en asamblea este martes la posibilidad de aplicar un paro de 24 horas para todo el sector lácteo.

Según explicaron desde la FTIL, la medida sería en razón de la realidad de los trabajadores de la industria en firmas donde se están realizando reestructuras como Lactalis, Calcar y particularmente Conaprole, que anunció el cierre de su planta en San Carlos para el primer trimestre de 2020.

El gremio entiende que la planta de Conaprole ubicada al este del país es una instalación económicamente rentable, con superávit en su producción y que envasa alrededor de 70 mil litros diarios, con picos de 110 mil en verano.

Según comentó a El Observador el dirigente de la FTIL, Heber Figuerola, la planta de San Carlos – que solo produce leche fresca tarifada- abastece a Maldonado, Rocha, Treinta y Tres y Lavalleja.

La FTIL advirtió -ante la comisión de Legislación del Trabajo de Diputados- que además del costo social que va a tener la ciudad por la “afectación directa” por los 40 trabajadores de la planta e indirecta en relación a los servicios, también se va a perjudicar al consumidor por un resentimiento en el abastecimiento.

Según explicó el dirigente de la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC), Luis Goichea, “se pretende abastecer desde Montevideo, que ya tiene un abasto complejo y la historia ha demostrado que el abastecimiento a otros departamentos que tenían sus propias plantas de envasado –en San José, Canelones, Florida, Mercedes, Parada Esperanza, en Paysandú- tenían una mejor llegada de la leche fresca.

“Cuando la empresa fue eliminando esas actividades y concentrando otras en esos lugares, se abasteció desde Montevideo una parte y desde Artigas la parte del litoral norte. La realidad es que no se llega con la misma precisión y eficiencia. Hay muchas localidades pequeñas del interior -no las que tienen mayor número de ciudadanos- a las que hoy ya casi el abasto de leche fresca no llega; sí la leche “media vida” -que es más cara-, la leche en caja (larga vida), y eso ha implicado que los hogares se hayan visto afectados”, comentó Goichea.

En la misma comisión, el directorio de Conaprole argumentó que la decisión tomada era en función de mejorar la eficiencia de la cooperativa, para mejorar el precio que hoy le está pagando a los productores lecheros ante una situación muy compleja que vive el sector desde hace cuatro o cinco años.

El presidente de Conaprole, Álvaro Ambrois, dijo que la planta de San Carlos no se ha actualizado según las normas de la propia cooperativa, “que se maneja con criterios muy exigentes” y que requiere de inversiones que “no generarían retorno, por lo que no tiene sentido realizarlas”.

A su vez, indicó que la producción que en la actualidad realiza la planta de San Carlos se puede hacer en el centro industrial de Montevideo que cuenta con capacidad ociosa y se informó que la remisión de leche en la cuenca del este disminuyó un 50% en los últimos años. Conaprole pasó de recibir en el orden de 250 mil litros diarios de esa zona a menos de la mitad, explicó el directivo de la cooperativa Gabriel Fernández.

Desde el sindicato, en tanto, creen que la inversión requerida para San Carlos no es tan relevante y que la decisión se debe “más que nada a una serie de demandas que vienen haciendo un grupo de productores muy importantes, que vienen reclamando el tema de mayor eficiencia de la industria”, según dijo Goichea en comisión.

“Para ellos la eficiencia pasa por reducir costos, y reducir costos es sacar trabajadores -lectura simple-, algo que no se condice con la realidad”, cuestionó el sindicalista.

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