Según dijo Eduardo Viera, Vicepresidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche, la falta de lluvias se hace sentir en la cuenca lechera y eso está generando una baja paulatina pero constante en la producción de leche. La consecuencia principal de esto es la caída en la calidad de las pasturas que ya sienten un clima más veraniego que primaveral.
Por su parte, Gabriel Oleggini, técnico de Conaprole recordó que la primavera empezó con temperaturas bajas al principio, pero luego “vinieron los calores y la calidad del pasto ya empezó a bajar y empieza a hacer falta el agua en las chacras y eso se siente”.
“Es importante priorizar la calidad en las reservas de primavera y ya prepararnos para las reservas de verano que nos afecta después en la producción de todo el año” recomendó el técnico.
Al ser consultado sobre la producción, dijo que “la remisión viene bien, y en el seguimiento individual por vaca estamos en 21 litros, y eso es bueno por lo que decía anteriormente, que la calidad de los pastos está cayendo y eso nos hace cambiar el régimen de alimentación”.
“Ahora lo importante a tener en cuenta es el estrés térmico y tenemos que ajustar los horarios de movimiento, minimizando este trabajo en las horas pico, asegurando sombra y agua” finalizó.