La presencia de Marcelo Tinelli en la reunión del grupo de organizaciones aunadas en lo que se dio en llamar “Consejo contra el Hambre”, concentró toda la atención mediática. Lo que no se habló tanto, fue de la representación de productores de alimentos, actores centrales para las acciones que pretenden impulsar para garantizar comida en la mesa de los argentinos.
Dentro de esa representación, estuvo participando de la reunión el dirigente craikense Danny Lorenzatti, por la Junta Intercooperativa de Productores de Leche (JIPL).
“La Junta fue invitada a través de Coninagro, que es una confederación de tercer grado y por lo tanto, se pueden sumar entidades de segundo grado como la nuestra”, indicó.
“La invitación se dio porque el alimento que nosotros producimos es estratégico para lo que se pretende”, dijo Lorenzatti en diálogo con El Diario Rural.
“La reunión fue muy interesante porque había una diversidad muy interesante de representantes. Desde las universidades, organismos técnicos, entidades de la producción que conforman la Mesa de Enlace y otras relacionadas, gremios, organizaciones sociales y personalidades del mundo del espectáculo que sumaron su estructura y su fundación”, expresó.
Rescató de lo conversado durante el encuentro lo dicho por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. “El señaló que esto es importante, pero no se tiene que tomar como un asistencialismo; sino como una asistencia puntual debido a la situación que se está viviendo”.
“También se dijo y lo reconoció el presidente electo, Alberto Fernández, que muchas economías regionales se tira la fruta o se cierra un tambo por falta de rentabilidad y en otro extremo esa comida no llega a un consumidor que la está necesitando”, dijo.
“Siempre señalamos que los argentinos estamos preparados para producir alimentos para 400 millones de personas, pero en realidad eso es un potencial, que incluso puede ser mayor. Pero tenemos un problema estructural que resolver”, insistió.
“En esto la educación asumió un rol importante, tanto en lo que hace a la información y los datos que proporcionaron. No soy un especialista, pero quedaron evidenciados los problemas que se reflejan en una realidad: hay gente que cierra una explotación porque no es rentable cuando es muy necesaria esa comida que produce”, dijo.
Aclaró que no surgieron acciones concretas y específicas después de ese encuentro ampliado. El primero fue el 7 de octubre, donde se lanzó el Consejo contra el Hambre en Argentina y la segunda oportunidad en la que se reunieron, fue ya la ampliada con una serie de actores sociales participando.
“Cada sector explicó el potencial que tenía: algunos gremios con comedores y otras organizaciones que asisten a la gente. Salió de la reunión que todos tenemos la voluntad de ayudar, pero por supuesto, en una primera etapa sería algo voluntario, para una asistencia puntual. A largo plazo hay que pensar en resolver problemas más profundos”, dijo Lorenzatti.
“El mensaje del campo fue apoyar esto y ver cómo se llegaba con las producciones más familiares a más personas. En definitiva, a mediano y corto plazo, requiere un acto solidario”, concluyó el dirigente de la JIPL.