La lista de aranceles estadounidenses propuestos abarca docenas de productos, incluidos quesos, productos de belleza, bolsos y vinos espumosos como el champán. La medida corre el riesgo de aumentar las crecientes tensiones comerciales transatlánticas después de que Estados Unidos ya gravó productos europeos por valor de 7.500 millones de dólares, incluido el vino francés, el queso parmesano italiano y el whisky escocés, en octubre, por los subsidios al fabricante de aviones Airbus.
Aproximadamente 2.400 millones de dólares en productos franceses podrían estar sujetos a los nuevos impuestos de hasta el 100%, dijo el lunes la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR). El público tendrá hasta principios de enero para evaluar la propuesta.
El informe y los aranceles propuestos podrían generar una nueva brecha entre los miembros de la Unión Europea y el presidente Donald Trump, quien en julio amenazó a Francia con “una acción recíproca sustancial” si avanzaba con su impuesto a los servicios digitales.
Trump les dijo a los periodistas en Londres el martes que aunque “no estaba enamorado” de Facebook y Google, defendería a las empresas estadounidenses.
“No voy a dejar que la gente se aproveche de las compañías estadounidenses”, dijo Trump el martes. “Si alguien se aprovechará de las empresas estadounidenses, seremos nosotros, no será Francia”.
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo que la Unión Europea “estaría lista para tomar represalias fuertes” contra las sanciones de Estados Unidos. Le Maire le dijo a la estación de radio francesa Radio Classique que la última propuesta sobre productos franceses es “inaceptable”, y agregó que ha compartido su punto de vista con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
“No es lo que uno esperaría de un aliado, no es lo que uno esperaría de Estados Unidos”, dijo Le Maire.
Las acciones de productos de lujo francesas cayeron en respuesta. Por ejemplo las de Hermes y el propietario de Gucci, Kering, cayeron un 1,7% en París. LVMH, que produce artículos de cuero y champán, cayó 1,9%.
La medida francesa, que fue aprobada a mediados de este año, cobra un impuesto del 3% sobre los ingresos obtenidos por las empresas que prestan servicios digitales en el país. Varios otros países, incluidos España, Italia y el Reino Unido, están considerando aprobar medidas similares, por lo que los funcionarios de la industria tecnológica y de EE. UU. se preocupan por la fragmentación del sistema global de impuestos corporativos.
Es probable que el informe del lunes de Lighthizer renueve un debate internacional sobre el poder de las grandes plataformas tecnológicas y cómo deberían regularse en todo el mundo.
Grupos de la industria tecnológica dieron la bienvenida al informe del USTR
“Los impuestos discriminatorios a los servicios digitales actúan como una barrera comercial para las empresas y pequeñas empresas estadounidenses innovadoras que a menudo enfrentan la mayor carga de ellos”, dijo en un comunicado la Asociación de Internet, un grupo comercial de tecnología. El grupo calificó al impuesto francés de ser “uno de un número creciente de regímenes fiscales unilaterales preocupantes en todo el mundo”.
El lunes, Cedric O, secretario de Estado de Francia para economía digital, inició una gira de una semana por los Estados Unidos que comenzó en Washington, donde se reunió con funcionarios actuales y anteriores de la Casa Blanca, la Comisión Federal de Comunicaciones y la Comisión Federal de Comercio. También se espera que se reúna con legisladores estadounidenses y Eric Schmidt, el expresidente ejecutivo de Google.
“En un momento en que la Unión Europea se está organizando para hablar con una sola voz, la cooperación con Estados Unidos y sus actores es esencial para promover un nuevo mundo digital”, dijo O en un comunicado. “La supervivencia de nuestro modelo de sociedad, basado en la preservación de las libertades y derechos individuales y colectivos, depende de ello”.
En agosto, Estados Unidos y Francia anunciaron un compromiso sobre el tema fiscal. Según el acuerdo, Estados Unidos se abstendría temporalmente de imponer nuevas medidas comerciales de represalia a los productos franceses en relación con el impuesto a los servicios digitales. Esa moratoria expiró la semana pasada.
Mientras tanto, Francia dijo que reembolsaría a las compañías estadounidenses la diferencia en impuestos entre lo que recaudará y lo que las compañías deberán pagar en virtud de un plan tributario integral que se está desarrollando en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Esas discusiones aún están en curso.
Saskya Vandoorne contribuyó a este informe.