La calidad en esta dinámica tiene un rol importante e instituciones como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se encargan de denunciar cuando estas promesas no son cumplidas.
Luego de hacer señalamientos sobre la calidad de varias marcas de hamburguesas, llantas de auto y supuestos cobros indebidos realizados por algunas empresas de telefonía, ahora el organismo ha alertado a la ciudadanía sobre inconsistencias en la promesa de producto y etiquetado en seis marcas de crema comestible.
Las marcas en tela de juicio
Luego de analizar mediante 5 mil 183 pruebas a 21 marcas de crema comestible, de las cuales 18 se presentan como “cremas” y 3 como “cremas vegetales”, la dependencia determinó que seis marcas se quedaron por debajo de los parámetros para pasar la prueba de calidad, etiquetado y norma para ser consideradas como el producto que dicen ser.
Las marcas que no lograron superar la prueba son:
Flor de Alfafa: en su presentación de 500g y considerada como crema cultivada, esta marca no cumplió con el minino de proteína para poder considerarse como crema comestible.
Camelia: identificada como crema vegetal pasteurizada ligera, se encontró que en su presentación de 1 kg., carecía del contenido mínimo de grasa para ser una crema ligera, al tiempo que sus niveles de proteína se ubicaron por debajo de toda la muestra.
Crema del Rancho Rancherita: aunque en su etiquetado se puede leer que es una crema acidificada (a granel) “baja en grasas”, de acuerdo con el organismo, no cumple la NOM-086-SSA1-1994, Bienes y servicios. Alimentos y bebidas no alcohólicas con modificaciones en si composición. Especificaciones Nutrimentales.
La Abuelita: en su presentación de 200 g. y presentada como crema acidificada de vaca con grasa vegetal, se quedó por debajo del contenido mínimo de grasa para denominarse como crema con grasa vegetal.
Chilxhota: a pesar de que en se etiqueta como crema acidificada a granel y se ostenta como crema acidificada y presenta grasa vegetal, “su etiqueta induce a error ya que no se denomina crema con grasa vegetal”.
Al Día: crema pasteurizada que en su presentación de 4 kit. presentó deficiencias en el manejo sanitario del producto.
Entre cremas, calidad y promesa de marca
Para las marcas mencionadas, estas indicativas se traducen en una barrera para capitalizar un mercado que en México tiene un potencial interesante.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el consumo de total de lácteos en sus diferentes presentaciones asciende en el papis a 134 litros por persona al año.
El dato es relevante; sin embargo, las marcas señaladas deberán de poner sobre la mesa sus promesas de marca para comunicarlas, pero más importante entregarlas de manera certera y tangible al consumidor, quien cada vez más informado, antepone la calidad como driver de compra en cada una de sus decisiones.
Recordemos que la calidad es para el 33 por ciento de las personas un factor decisivo en sus compras, seguido del precio (21 por ciento) y la marca (14 por ciento).
Esto tiene que ver con las propiedades y beneficios que cada producto sea capaz de reportar y entregar para mejorar la calidad de vida del consumidor.
De hecho, un estudio elaborado por Deloitte, Food Marketing Institute (FMI) y Grocery Manufacturers Association (GMA), revela que el 51 por ciento de los consumidores consideran parámetros como la salud, bienestar, y responsabilidad social que ofrecen las marcas y sus productos a la hora de tomar una decisión de compra.