La multinacional gala, la industria que más volumen de leche procesa en Galicia, le ofrece a sus granjas proveedoras un contrato anual que impide la subida de la leche, alejándose de la tendencia del mercado.

El escenario de recuperación de precios de la leche en el campo que se está experimentando en España y en el resto de Europa hacía presagiar buenos tiempos para las granjas gallegas, pero Lactalis – Puleva, la principal industria por volumen de recogida en la comunidad, ha echado un jarro de agua frío sobre esas expectativas. La multinacional francesa está entregando en el campo una propuesta de contrato anual que en la práctica bloquea cualquier subida del precio de la leche desde marzo del 2020 a febrero del 2021, una situación que genera indignación entre sus ganaderías proveedoras.
Lactalis – Puleva le propone a sus granjas un precio base de 29,5 céntimos (0,5 céntimos más que en el contrato de marzo del 2019) e indexa la evolución de ese precio a lo largo del año a cómo evolucione mes a mes el precio medio gallego (Datos del Fega, Ministerio de Agricultura) en comparación con el precio medio de enero del 2020.
¿Cuál es el truco de ese modelo de indexación?. Que si se se mantiene la tendencia de este otoño, el precio de enero del 2020 será de los más altos de los últimos cinco años, si no el mayor, por lo que el precio base pagado por Lactalis a lo largo del 2020 no es esperable que suba e incluso probablemente baje en determinadas épocas, como la primavera.
El bloqueo provocado por Lactalis y por otras industrias con modelos similares, que operan con precios semifijos a lo largo de todo el año, impide que las granjas gallegas se beneficien de las recuperaciones del mercado que se suceden periódicamente en Europa y en el resto de España. Ese bloqueo aumenta el diferencial de precios entre Galicia y el resto del Estado. Conviene recordar que la comunidad se sitúa desde hace años como colista del precio de la leche pagada en España, ahora con una diferencia de unos 2 céntimos en relación al precio medio ponderado abonado en el resto del Estado.
La propuesta de Lactalis es el primer contrato que llega al campo para 2020. Dado que la multinacional gala es la mayor en volumen de recogida en Galicia, con alrededor de un 20% de la leche, sus pasos suelen ser imitados por el resto de las industrias. El bloqueo de precios que intenta Lactalis está por tanto generando malestar no sólo entre las granjas proveedoras de la multinacional, sino en todo el sector.
Silencio de la industria ante la organización de productores Ulega
De las más de mil granjas que le entregan la leche a Lactalis – Puleva en Galicia, hay algo más de 400 que pertenecen a la organización de productores Ulega, impulsada por Unións Agrarias. A esas granjas, la multinacional gala ya no puede ofrecerles un contrato directamente, pues la reforma del Paquete Lácteo, aprobada en el 2019, la obliga a negociar esos contratos con la organización de productores Ulega.
Problema, Lactalis a día de hoy no contestó a los requerimientos de Ulega para sentarse a negociar ni le trasladó ninguna propuesta de contrato para sus granjas proveedoras. Desde Ulega esperan un inmediato inicio de las negociaciones con Lactalis – Puleva, pero por el momento la multinacional francesa guardia silencio.
Lactalis pactó en noviembre en Francia un precio base de 35,5 céntimos
Mientras la compañía gala mantiene bloqueado el precio de la leche en Galicia, en Francia acaba de pactar con las organizaciones de productores una subida de un 7,5%, pasando de los 33 céntimos acordados a comienzos del 2019 a 35,5 céntimos de precio base. El acuerdo con las organizaciones de productores galas, asociadas en la Unell (Unión nacional de granjas que le entregan a Lactalis) fue posible por la mediación del Gobierno francés, en concreto por la figura del mediador de relaciones comerciales agrícolas, inexistente en España.
El acuerdo francés tuvo en cuenta tanto la situación de costos de producción de las granjas como los precios de comercialización de productos lácteos de Lactalis a la distribución. Desde el sector ganadero de Galicia y del resto de España viene reivindicándose desde hace años la necesidad de que el Gobierno español y la propia Xunta recuperen peso en las negociaciones entre industrias y ganaderos, a imitación de lo que hace el gobierno galo.
Mediación
Las demandas del sector se centran en dos puntos. Primero, se pide una mediación gubernamental en las negociaciones entre industrias y granjas. Sin embargo, el Ministerio se desentendió hasta ahora de esa demanda, en tanto la Xunta, que mantiene desactivada desde hace años la Mesa do Leite, un antiguo foro de negociación sectorial, se comprometió en diciembre, a petición de Ulega, a enviar un observador a las negociaciones. Queda por comprobar qué relevancia o no puede tener en la práctica ese papel de observación.
Presión de los supermercados
La otra gran cuestión que preocupa es el actual sistema de formación de precios, de arriba hacia abajo, es decir, las grandes cadenas de distribución, que mantienen una tendencia de abaratamiento de la leche en los lineales, están condicionando el precio de la leche en el campo. Si en lugar de eso, el precio de la leche al consumidor se conformara de abajo hacia arriba, en base a los costos de producción y a las tendencias del mercado, la situación sería otra en el campo, se razona en el sector.
En septiembre del 2015, las cadenas de distribución se habían comprometido en el Acuerdo Lácteo a revalorizar la leche en los lineales, pero la tendencia de los últimos años va en sentido contrario de aquellas promesas, que se demostraron papeles que lleva el viento, sin que los sucesivos Gobiernos hayan tomado cartas en el asunto para rectificar el rumbo.

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