Y si la agricultura se enfrenta a una reestructuración, no se libra la ganadería. Al ya comentado caso del sector porcino, hay que añadirle los cambios que se han producido en el sector del bovino productor de leche, y lo que es más sorprendente, es que el peso de la producción se está trasladando desde regiones tradicionalmente ‘lecheras’ a otras que no lo han sido tanto, como la Región de Murcia o la Comunidad valenciana.
De hecho, según el estudio de Coag, mientras que en Asturias o Galicia la media de cabezas de ganado por explotación oscila entre las 32 y las 44, en Murcia ascienden a 243 y en Valencia hasta 284 vacas.
Y esto ocurre mientras disminuye el número de granjas o se ‘concentran’. «Es un cambio de modelo productivo que se va consolidando poco a poco, sin que el propio sector sea consciente de ello», apunta la organización agraria.
Murcia o Valencia (junto con Navarra o Aragón) ya cuentan con tamaños medios de explotación «más cercanos a los estadounidenses que a los europeos».
En la UE hay, de media, 33 vacas por granja.
Otro de los hechos destacados en el estudio, es que mientras que en el conjunto del Estado se han reducido el número de granjas, el volumen de leche producido no ha dejado de aumentar: se ha pasado de los 5,4 millones de toneladas de leche del año 2000 a los 7,1 millones en 2018. «Se produce más leche en menos explotaciones».
En la Región de Murcia entre los años 2000 y 2017 se ha incrementado en más de un 40% la producción de leche.
Uno de los factores que ha provocado este cambio, según apunta Coag, es el hecho de que estas ‘nuevas zonas’ productoras son más accesibles ante la recogida del producto por parte de las grandes empresas del sector.