El consumo de helados ha cambiado bastante en los últimos 30 años. Los helados industriales vivieron una época dorada en las décadas del 70 y el 80 del siglo pasado. Fueron los tiempos en que todos los niños y adolescentes querían uno.
Una de las marcas que vivió esa época de ventas millonarias fue Camy. Esta era la marca de los helados de Nestlé. Pero en 2004 decidió olvidarla y unificó todas sus marcas de helados bajo la muy evidente insignia de Helados Nestlé.
La noticia es que Nestlé ha perdido la marca Camy por falta de uso, según informa el diario digital 20minutos. El Tribunal Supremo ha confirmado que la vieja marca de helados, registrada por el grupo Nestlé, ya no está protegida por ley. El fallo considera que la marca Camy ha caducado por “falta de uso” a nivel comercial.
Camy era en realidad Camay. En los años 60 se fundó la empresa Camay, cuyo eslogan decía: “Helados Camay, mejores no los hay”. En esa época fueron muchas las multinacionales agroalimentarias que llegaron a esa España sin derechos ni libertades, pero de creciente economía. La suiza Nestlé fue una de ellas.
Compró Camay y le quitó una letra. Así nació Camy, la marca del Colajet o el Nifty (aquella especie de fantasma helado). Su dura competencia fueron los helados Frigo, empresa española que en los 70 es comprada por la multinacional Unilever. Suyos fueron el Drácula, el Frigopie, luego el Frigodedo y más tarde el Calipo.
A finales de los 80, Nestlé se hizó con la Miko española (había otra Miko, esa francesa, que acabó comprada por Unilever). Durante casi 10 años, Camy y Miko competían aún siendo de la misma empresa. La avidez de las multinacionales no tiene límites, de modo que Nestlé compró en 1995 la valenciana Avidesa. En 2004, la compañía suiza unió todas sus marcas de helados bajo el nombre de Helados Nestlé.
El fallo del Supremo que señala que Nestlé pierde la marca Camy por falta de uso se conoce después de un largo contencioso judicial iniciado en 2013 entre el mayor fabricante de helados de España, Ice Cream Factory Comaker (ICFC), especializado en producir para marcas blancas, y la multinacional suiza.
ICFC, que elabora la gran mayoría de los helados que vende Mercadona, solicitó la caducidad de varias marcas registradas hasta entonces por Nestlé debido a la “falta de un uso real y efectivo” al detectar que no se utilizaban desde hacía más de cinco años, el período de protección que marca la ley. La Audiencia Provincial de Valencia en 2017 y ahora el Supremo consideran que la protección de la enseña Camy ha caducado.
La multinacional suiza esgrimió en su recurso que la denominación comercial todavía no puede ser usada por otras compañías debido a la reciente comercialización de la tarta helada “Nestlé Camy Gran Dama”. El Supremo, sin embargo, ha considerado que no es posible extender la protección de una referencia concreta de tarta helada a una marca con toda clase de helados.
Además, el “uso mínimo” de la denominación Camy por parte de Nestlé en los años anteriores a la demanda “tenía por finalidad únicamente salvaguardar la validez de la marca y no su función: identificar un producto en el mercado por uso real y efectivo”, según indica el fallo.