El fuerte verano tiene en aprietos a los ganaderos del Cesar. El gremio reportó que debido a la sequía, los animales se han quedado sin alimentos, lo que repercute en la producción de leche.
El gerente del Fondo Ganadero en este departamento, Hernán Araujo Castro, indicó que la producción de leche bajó en más del 50% en esta temporada. Normalmente el Cesar produce un millón 100 mil litros diarios, en la actualidad se estarían recogiendo unos 500 mil litros.
“Cuando hay un verano tan drástico con intensas brisas como las de los primeros días de enero, lo primero que sucede es que los pastos se deshidratan y pierden valor nutritivo, si el ganado consume comida que se vuelve basura, que perdió mucha calidad nutritiva, lógicamente se afecta su condición corporal y en consecuencia se cae la producción de carne y leche”, precisó Hernán Araujo.
Dijo que cuando las reses no se alimentan bien y pierden peso corporal no quedan preñadas, y las que están, abortan; tampoco entran en celo. “Esta es una oportunidad para solicitarle a los ganaderos que tomen conciencia de esta circunstancia para que puedan organizarse en producir comida en la época de excedentes y guardar para el verano, pensar en silos, en banco de alimentos, en forraje que se pueda cortar como caña, matarratón o pasto de corte”.
Sostuvo que la mayor afectación se presenta en la zona norte del Cesar, en municipios como Valledupar, La Paz y Manaure, donde arrecía la sequía y los vientos.
Gran parte de la ganadería en este territorio está al borde de la desnutrición, situación que se torna preocupante para los productores si se tiene en cuenta que el verano se prolongaría hasta marzo. Las altas temperaturas que se registran en la región ha bajado el caudal de las fuentes hídricas.
Para los ganaderos, lo que viene ocurriendo es que los ríos están en volúmenes mínimos que complican la técnica de riegos en las fincas, por lo que los pastos se han venido deteriorando y con esto los cultivos.
“Las prácticas agrícolas están estancadas porque la comida que hay es escasa o nula en muchos predios, ocasionando que los animales pasen por temporadas de hambre”, puntualizó un vocero de este sector.
Para los ganaderos, la mayor apuesta para mejorar el rendimiento ganadero es el silvopastoreo, un sistema un producción que permite aumentar a seis o siete el promedio de cabezas de ganado por hectárea.
Óscar Daza, representante de Fedegán, indicó que “creemos que estamos en un plan de renovación de nuestro aparato productivo, a través de los sistemas de ganadería sostenible, concretamente con proyectos silvopastoriles, que son las praderas renovadas con complementos de otras especies; que además deben tener cubrimiento de las especies naturales de las zonas respectivas y además de eso se les siembran otras variedades que nos permiten cambiar la biodiversidad del sitio donde lo hacemos; hoy en día tenemos pruebas claras de más de 10 años con sistemas silvopastoriles en el Cesar, tenemos fincas pioneras en ese sistema y podemos mirar claramente los cambios que se han suscitado a través de los mismos”.