La gran variedad en la oferta de yogures en los supermercados trae de cabeza a los consumidores que, a no ser que tengan fijada una preferencia, nunca saben cuál deben escoger. A pesar de ello, los expertos en salud lo tienen claro: si se busca un producto fiel a la receta tradicional y lo más saludable posible el yogur más recomendable es el natural.
Los nutricionistas lo recomiendan por ser el más sencillo y básico –solo lleva leche y fermentos lácticos– sin azucarar, ni edulcorar ni nada de nada. “Un yogur natural entero, con su materia grasa, pero sin azúcares añadidos”. Para confirmar que no lleva azúcar añadido, hay que revisar que no aparezca como tal o bajo algún seudónimo como melaza, concentrado de fruta, jarabe de fructosa, etc. en la lista de ingredientes.
Guerra al azúcar
Si el problema de este yogur es su sabor ácido, los expertos recomiendan endulzarlo con miel, pasas, orejones o cacao puro en polvo. Incluso un poco de azúcar, si se desea, pero controlando la cantidad. Lo ideal, menos de una cucharada de café. Una cantidad pequeña comparada con el azúcar añadido de algunos yogures del súper.
Los yogures desnatados pueden contener más cantidad de azúcar añadido o jarabes de fruta para compensar la pérdida de sabor. Y en las opciones 0,0 –sin azúcares ni grasas– abundan los edulcorantes y otros aditivos.