El Ministerio de Agricultura compró el pasado mes de enero 35 millones de litros de leche a 0,46 euros, un precio considerado como de venta a pérdidas. El departamento que dirige Luis Planas aprobó esta misma semana un endurecimiento de las sanciones por la venta de los alimentos por debajo de los costes de producción.
El pasado mes de enero, el Fondo Estatal de Garantía Agraria (FEGA), dependiente del Ministerio de Agricultura, publicaba la resolución de un procedimiento de compra por subasta por el que adjudicaba a Lactogal un lote de 34.912.180 litros de leche por un importe de 16.338.900 euros, con un precio de 0,46 euros por litro.
Este precio está considerado como de venta a pérdidas, una de las prácticas cuyo castigo ha endurecido el Ministerio en la reciente reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, con multas de hasta un millón de euros en casos de reiteración. El endurecimiento de estas prácticas era una de las medidas con las que el Gobierno ha querido neutralizar las intensas protestas protagonizadas por los agricultores en toda España por los bajos precios que reciben por sus productos.
El propio ministro en la presentación de la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria el martes pasado puso de ejemplo la venta de un litro de leche por debajo de los 60 céntimos: “Imaginen las dificultades que tiene un ganadero para ser rentable con esa cifra”, dijo.
En la subasta del Fega, la empresa ganadora competía con otros cuatro operadores, que ofertaron precios que oscilaban entre los 0,51 y 0,73 euros litro.
“No es comparable”
Desde el Ministerio de Agricultura, se aseguró a elEconomista.es que la situación “no es comparable” con una venta a pérdidas en la que existen 3 eslabones: del ganadero a la industria, de ésta a la distribución y de la distribución al consumidor, y “donde, en determinadas ocasiones, la distribución realiza ofertas a la baja en el precio al consumidor que se pueden considerar como venta a pérdidas y que ponen en peligro toda la sostenibilidad de la cadena alimentaria. “Por tanto, no es adecuado comparar el precio al que se vende desde la distribución al consumidor con el obtenido a través de la licitación pública anual que realiza el Fega”, insistían.
Para el Ministerio, “en este procedimiento” de subasta únicamente existen dos fases en las que existe transacción económica: en la venta del ganadero a la industria y de ésta al Fega.
“En el caso concreto de la leche, los ganaderos venden la leche a la industria láctea al precio que tengan pactado en sus correspondientes contratos (el precio en el año 2019 en los meses en los que se llevó a cabo esta licitación era de 0,33 euros por litro), y posteriormente la industria oferta en el procedimiento de licitación la leche al precio que considere. En el año 2019 las dos empresas que ganaron la licitación, ofertaron precios de 0,479 y 0,492 euros/litro”.
Contrario a su propios informes
Sin embargo, estas explicaciones contradicen los informes del Observatorio de los Precios de los Alimentos elaborado por el Ministerio y colgado en su página web. En este estudio sobre la cadena de valor y la formación de precios de la leche líquida envasada, se establece que al precio de salida de la granja de entre 0,31 y 0,33 euros por litro (los costes de producción son entre 0,33 y 0,41), hay que añadir entre 0,22 y 0,34 de fabricación, lo que sitúa la venta por parte de la industria entre 0,54 y 0,68 euros litro, claramente por encima del precio pagado por el Fega.