La cadena de suministro va a tener un impacto mayor al esperado.
Nuevas conductas sociales llevan a las personas a permanecer en sus hogares, siendo los automercados con problemas para abastecer de productos lácteos y los restaurantes, los que más sufren estas nuevas conductas.
Este nuevo contexto afectará, sin dudas, el consumo escolar. Y el miedo es que regresen los precios del 2008.
Se observan ventas auspiciosas de corto plazo, en cadenas de automercados, ¿pero este porcentaje es lo suficientemente grande para compensar las enormes bajas en el consumo de cadenas de restaurantes y casas de comida? No lo sabemos aún.
Tom Bailey, economista de alto rango de productos lácteos de RaboAgriFinance afirma: “Estamos cambiando nuestras proyecciones a lo que efectivamente se puede describir como una recesión”.
Exportaciones
Los contenedores comienzan a estar limitados en sus movimientos debido al proceso de menor demanda, no solo de lácteos, sino de todos los productos en general. Esto encarece la logística de exportación e importación.
El Medio Oriente y el Norte de África ciertamente van a ser más bajos. Va a afectar a Oceanía, y a los exportadores europeos, que luego tendrán productos en el sudeste asiático, donde dijimos que el análisis de beneficios, especialmente la imagen asiática, puede ser débil debido a problemas económicos en China. Si su demanda es débil, las exportaciones serán débiles.
¿Y Argentina?
Nuestro país posee (desde siempre) características particulares. Al serio inconveniente del COVID19, se le agrega el termómetro del mercado domestico.
En un relevamiento a varias industrias, los precios de mercado domestico (precios salidos de fábrica) reflejan valores sustancialmente inferiores, cercanos al punto de quebranto. Ya en el mes de Marzo, se observan compañías ofreciendo leche a otras empresas debido a lo mencionado anteriormente.
La devaluación de Brasil y el valor del petróleo (Argelia gran comprador) derrumbo cualquier expectativa. Hoy a la mañana en el mercado de Sao Paulo, el precio de la leche en polvo entera se negocio a 13,70 reales el Kg. Con la devaluación del real en 5 reales/dólar el precio de venta en U$S en el mercado de Brasil no supera los U$S 2.740 por tonelada puesta en Sao Paulo.
El análisis que hacemos, en crudo, es que hay costos que no se van a poder sostener. Y cuando el sector debe ajustar costos, cruje. Por ejemplo, el precio que hoy refleja Fonterra en su tender de U$S 2.700 la tonelada, arroja un precio al productor de $ 14 por litro de leche.
Bienvenido Sebastian Alconada