Diferentes compañías emblemáticas del sector privado están anunciando acciones diferenciales con la que buscan acompañar las acciones del Gobierno y el esfuerzo de la sociedad para tratar de contener los efectos de la gripe denominada coronavirus.
Así fue que, frente a la disposición de aislamiento preventivo que dicto el Gobierno, la compañía Mastellone Hermanos anunció que aumentó la producción para “garantizar el abastecimiento” de sus 70.000 puntos de venta en todo el país.
Según explicaron desde la compañía, la decisión de incrementar la producción incluyó que buena parte de ese aumento se destinara a los productos básicos como leche fluida, manteca, dulce de leche y crema.
“La situación generada por la pandemia mundial Coronavirus (Covid19) requiere de la responsabilidad de todos los sectores, y por ese motivo la empresa decidió absorber el aumento de sus costos internos sin modificar la lista de precios de los productos de la marca La Serenisima en todos sus canales vigentes desde noviembre de 2019”, señaló la compañía mediante un comunicado.
También dispuso medidas adicionales de prevención para garantizar la salud de sus empleados, como de control de temperatura en los accesos a sus complejos y alcohol en gel para todos los colaboradores: choferes de transporte de materia prima, repartidores y repositores de productos terminados. “Nuestros empleados cumplen con los protocolos de seguridad para realizar las entregas de productos en distintos puntos de venta: manteniendo el distanciamiento social, utilizando elementos que garanticen la higiene”, explicaron.
Cómo informó Infobae días atrás, Mastellone es parte de las empresas alimenticias que no tuvieron un buen 2019 en términos económicos y financieros. Según informó la compañía a la Comisión Nacional de Valores (CNV), durante el ejercicio pasado registró una pérdida neta de $50 millones, según lo oficializó al presentar su balance anual ante este organismo.
Esa pérdida neta se debe fundamentalmente a la caída del consumo de productos lácteos en el mercado interno, sumada a la devaluación de la moneda nacional. Y la fuerte baja en la demanda de los productos de la categoría se debe a que fueron los que más subieron en los últimos años.
Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), que depende del Ministerio de Agricultura, en 2019 el consumo cayó a su nivel más bajo desde 1990, al ubicarse en los 180 litros por habitante por año, lo que implica una contracción del 5% respecto del 2018. Las exportaciones, en tanto, fueron inferiores a ese período en un 9,5%, y la producción fue casi 2% más baja. Según el organismo, el volumen producido llegó a 10.343 millones de litros, por debajo de los 10.527 millones de litros de 2018.
A pesar de este contexto, Mastellone aseguró –en el comunicado enviado a la CNV– que seguirá apostando al país como lo ha hecho en sus más de 90 años, y que uno de sus objetivos para este año es fomentar el consumo de leche para recuperar los niveles históricos nacionales, y que los argentinos vuelvan a estar entre los principales consumidores de leche del mundo.
Mastellone cuenta con el 12% de participación en la compra de leche a nivel país y destina más del 90% de su producción al desarrollo del mercado interno. Por eso, la empresa trabajó para “dinamizar el mercado a través del lanzamiento de productos con valor agregado, haciendo inversiones en equipos de envasado para incrementar la productividad de las plantas y mejorar los resultados generales”, según se destacó.