Más producción, a priori, debería reflejar un dato positivo, que podría, por ejemplo, traducirse en mayores exportaciones. Pero dadas las circunstancias tanto locales como internacionales, con el Coronavirus de por medio, no parece poner contento a ninguno en el sector lácteo.
Por el contrario, la incertidumbre reina. Y más entre las pymes, que con la fuerte caída del consumo que se pronostica, y que ya se vive, son las que enfrentan los mayores desafíos. El principal: pagar los sueldos de abril.
Es cierto que algunas con mayor espalda podrán sortear el momento, pero otras deberán hacer malabares. “Estamos atravesando grandes dificultades en el aspecto financiero. La mayoría de las pymes no logran acceder a préstamos, ni a los últimos que anunció el Banco Central del 24%. El cierre de bancos complicó el tránsito de los cheques y la cadena de pagos está casi quebrada. Veremos si puede haber más flexibilidad a partir de esta semana”, destacó a A24 Agro Pablo Villano, Presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel).
Producción de leche mensual
El directivo reconoció que en abril van a haber dificultades en algunas compañías para pagar los sueldos, y lo vinculó directamente con la caída de la actividad: “Hoy es todo incertidumbre. Nos estigmatizan diciendo que estamos trabajando pero el único consumo que se mantiene en pie es el hogareño. El consumo de lácteos, en general, cayó entre un 25% y 30% desde que se aplicó la cuarentena obligatoria”, advirtió.
Con un aproximado de 600 pymes lácteas en el país, que emplean a cerca de 8.000 trabajadores, el sector tampoco puede aprovechar la mayor producción para exportar. Obviamente, muchos de los negocios que se hacían hasta hace algunos meses se cayeron, y se percibe en la baja del precio a nivel internacional (con todos los países intentando colocar sus excedentes). Por eso, uno de los pedidos que se aproxima del sector al Gobierno tiene que ver con quitar o bajar el actual 9% de derechos de exportación.
Consumo de leche anual
Para Jorge Giraudo, Director Ejecutivo del OCLA (Observatorio de la cadena Láctea Argentina), la cadena trabaja con “mayor normalidad” que otras industrias, pero con complicaciones. “Hay sectores muy golpeados como los dependientes de la gastronomía, restaurantes o catering, que directamente no tienen actividad, u otros como los que proveen cremas heladas o dulce de leche de repostería”, cuenta.
Según su análisis, en marzo las ventas primero crecieron, por las compras “explosivas” que hicieron los consumidores en supermercados, pero luego se ralentizó. “Hoy tenemos una caída promedio del 10% de actividad. Eso se suma a que el 2019 ya venía con una baja del 4% del consumo”. Concretamente, en 2019 el consumo alcanzó 182 litros per cápita, contra 190 litros que había alcanzado en 2018.
Escenario 2020
Pero lo que preocupa sobretodo es lo que viene. “El escenario para lo que queda del año es preocupante porque la oferta de leche va a crecer un 5%. Ya el primer trimestre crece al 10%, y si el consumo sigue cayendo, con una exportación planchada, van a haber alrededor de 1.000 millones de litros adicionales, de excedente. Esa sobreoferta puede deprimir los precios”, pronosticó.
Villano coincide con el pronóstico y aclara: “Esa potencial baja de precios no se traduce en una baja para los productos en góndola. Es perjudicial para la cadena porque deprime precios y la ganancia la toma el comerciante. Tenemos que trabajar en que ese excedente no se vuelque al mercado. Estamos con conversaciones desde ahora con la producción y con el Gobierno”, afirma.
La situación no sólo pasa en el país, sino también a nivel mundial. Grandes productores lácteos, como Estados Unidos por ejemplo, fueron noticia porque productores tuvieron que tirar leche para frenar la sobreoferta (y evitar mayores caídas de precios).
De hecho, en ese país la Federación Nacional de Productores de Leche (NMPF), la organización más grande de productores de lácteos, y la Asociación Internacional de Alimentos Lácteos (IDFA), presentaron una solicitud de asistencia, al Secretario de Agricultura, Sonny Perdue: “Estimamos que la oferta excede la demanda en al menos un 10%, una brecha que podría ampliarse a medida que la oferta aumenta a su pico estacional y que las condiciones de la gente en sus casas, perduran”.