Pero a mediano plazo, el fundador de Dairylando recomienda a mucha Pymes lácteas, en especial las fábricas de mozzarella, diversificar sus negocios, porque de seguro cambiarán algunas pautas de consumo.
Snyder piensa que “esta pandemia será algo profunda y corta. Sigo mucho la información que viene desde China, y es como que está saliendo de esto. Por eso miro las encuestas de opinión de consumidores de allí, para hacerme una idea de lo que pasó y de cómo salimos. Escuché a muchos economistas vaticinando pestes tremendas y apocalípticas. Pero Argentina no encaja en ninguna categoría de la economía mundial. No somos un país emergente ni uno desarrollado. Entonces es como que somos una cosa rara para toda la economía”.
Mirá el reportaje completo realizado a Marcos Snyder:
-¿Entonces no ves un gran impacto en el mercado lácteo argentino?
-Quizás nuestro problema se vea más hacia la primavera si es que todo esto sigue así como está, porque ahí es cuando crecerá nuestra oferta (de leche). En Estados Unidos y en Europa están tirando leche, y entonces las grandes industrias le piden a los productores que aflojen un poco. Pero en Argentina, producimos 100 mil litros de leche por día, que se venden a empresas como La Serenísima o Nestlé, y desde esas empresas no se hizo ningún comentario acerca de bajar la producción.
Snyder expresó que “si yo fuera directivo de algunas de esas empresas, tendría mucho cuidado acerca de qué señales darle a la producción, porque, si después me quedo sin leche… ¿Qué hago? Hoy las 5 grandes empresas argentinas compran el 35% de la leche producida en el país cuando antes compraban el 50%”.
Pero al mismo tiempo, el especialista se mostró prudente y no aventuró decir que será “negativa” la primavera láctea argentina que se avecina, con un escenario de probable mayor oferta: “Veremos cómo resulte esa primavera, pero hace 4 años que decimos lo mismo y luego no pasa nada, sobre todo porque acá faltan vacas. De hecho, perdimos unas 200 mil vacas”, sostuvo.
Uno de los mayores frentes conflictivos lo ubica Snyder en la lechería de la Provincia de Buenos Aires, donde se concentra el mercado de mozzarella más grande la Argentina, por la provisión de esa mercadería a las pizzerías. “Sé que las pymes de allí tienen una hecatombe total. Yo fui gerente de Apymel (Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas) y tengo muchos amigos dentro de esas pymes, que me cuentan que están desesperados, viendo caídas de hasta el 40% en su facturación”, relató Snyder.
“En Buenos Aires quedó el delivery, pero en cuanto a las pizzerías, del 100% de ventas que hacían, hoy solo facturan entre 6% y 8%. O sea, están en la lona”, declaró.
Pero, según el consultor, la foto es totalmente diferente en Santa Fe. “Me comuniqué con pymes de esa provincia, y ahí me encontré con una fiesta, porque resulta que estaban sobrevendidas y que allí la demanda es inmensa. La realidad es que la gente come más en su casa. De hecho, yo tendría que separar la heladera de la computadora para caminar un poco más”, confesó entre risas.
En este punto, Snyder consideró que productos lácteos como la mozzarella, tan demandada por pizzerías y demás actores de la industria gastronómica, tendrán que buscar nuevos clientes, porque, aunque se normalice la pandemia y podamos volver a salir a la calle, el consumo, sobre todo de pizzerías, ya no será el mismo.
“Todos los que tienen su canal de ventas encauzados al canal Horeca (sigla que refiere a los Hoteles, Restaurantes y empresas de Catering) tendrán una relación mucho más lenta. Pero si mirás las estadísticas oficiales, la comercialización de lácteos en Argentina por ese canal es de sólo el 8% o 9%”.
-¿Puede hacer algo el gobierno para ayudar al sector en este contexto?
-El warrant es una herramienta de financiación fantástica. Entonces, aunque no haya mucho uso en la lecheria, démosle manija muchachos, porque permite obtener una fácil financiación bancaria y es muy fácil de cobrar si se funde la industria, ya que el banco tiene el warrant, los productos. Ahora bien, hay que hacer una actualización a la Ley de Warrants vigente, porque las pymes no tienen acceso a ella. El ministro de Agricultura, Luis Basterra, tenía un proyecto de ley de este tipo que data de 2014. Este tipo de herramientas es útil ya que, una pyme podría stockearse y vender luego su stock a un precio mínimo, sin tener que ir a un banco a malvender los cheques.