La emergencia desatada por la pandemia del nuevo coronavirus ha representado para algunas empresas una oportunidad en el mercado doméstico. Aferrada al poder de su marca, la cooperativa láctea SanCor se encontró en el último mes con una demanda que le agotó los stocks de sus productos lácteos.
El dato, confirmado desde la propia empresa, no es menor, más si se tienen en cuenta las dificultades que atravesó en los últimos cuatro años la industria láctea, que llegó a ser la más grande del país, y que la obligaron a desprenderse de varias plantas.
Lejos de los cuatro millones de litros diarios de leche que llegó a producir antes de su crisis en 2016, la empresa procesó durante abril alrededor de 500 mil litros en la elaboración de leche fluida; quesos crema, húmedos y duros; dulce de leche, y manteca.
Antes de la crisis, que comenzó en 2016, procesaba cuatro millones de litros en una estructura industrial que llegó a tener 16 plantas y 5.100 empleados.
Estructura y oferta
Hoy con la mitad de esos establecimientos, y con 3.200 empleados menos, su producción se reparte entre Córdoba y Santa Fe y ha comenzado a recuperar lugar en las góndolas.
En la provincia, SanCor concentrará su producción en tres establecimientos. En la planta de Devoto, donde elabora crema y manteca, sumó el año pasado a la línea del queso Mendicrim, cuyo desempeño comercial viene en crecimiento y, según la empresa, tiene una fuerte contribución en el negocio.
En esta planta, la producción de manteca se duplicó durante abril, respecto de marzo, y la elaboración de queso Mendicrim pasó de 150 a 175 toneladas.
Hasta el traslado de su producción a Córdoba, los quesos untables se producían en la planta en Arenaza (Buenos Aires), que fue cerrada por la cooperativa en agosto de 2019 en el marco de la reducción de su estructura.
En Balnearia, la empresa produce su línea de quesos semiduros, cuyo nivel de elaboración se vio potenciado a partir del traslado a esas instalaciones de las líneas que se hacían hasta abril de 2017 en Coronel Moldes, mientras que, en la planta ubicada en La Carlota, está focalizada en los quesos duros y de rallar.
En Santa Fe, mientras tanto, la empresa mantiene tres establecimientos.
En la usina de Sunchales elabora dulce de leche –cuya producción se duplicó en abril– y las líneas de leches larga vida (blanca y chocolatada), infantiles y en polvo. En la de San Guillermo, que está paralizada debido al cronograma de producción que tiene la empresa, utiliza la leche para hacer quesos cuartirolo y muzzarella, mientras que en Gálvez lleva a cabo el proceso de valor agregado a los quesos, con la maduración y su procesamiento.
Para mayo, la empresa prevé industrializar alrededor de 550 mil litros diarios de leche, un volumen que podría seguir aumentando en los próximos meses.
La principal limitante que hoy tiene la cooperativa, que destina casi toda la producción de lácteos al mercado interno, es la falta de capital de trabajo. En los últimos meses, no obstante, la mejora en los retornos por la mayor facturación comercial le ha permitido aumentar los volumen de leche para procesar.
Demanda: Precios estables
Según el Indec, en abril los lácteos subieron 0,9%.
Durante el mes pasado, los precios de la canasta láctea que mide el Indec mostraron un alza de 0,9 por ciento respecto de marzo y de 41,5 por ciento en relación con un año atrás. El producto que más subió en abril fue el queso cremoso, con un reajuste de 9,2 por ciento. En sentido contrario se movió el valor de la manteca, por ejemplo, que se redujo uno por ciento, lo mismo que el dulce de leche, con una retracción de 1,4 por ciento.