Habitantes del ejido Sierra Azul, ubicado en el camino hacia los Ojos del Chuvíscar donde se encuentran tres pozos que abastecen a diferentes sectores de Chihuahua, denunciaron que año tras año en esta época sufren desabasto de agua, lo cual perjudica sus actividades productivas y la vida diaria.
El Comisario de Policía y también ejidatario, dijo que todos los años la Junta de Aguas les intenta reducir aún más el suministro, siendo que ellos no les han cobrado indemnización por las líneas de conducción que pasa por el ejido, ni por las carreteras que construyen para llegar a los pozos, ya que sólo quieren que se les asegure el suministro necesario.
El ejido se compone de 28 familias, cada una con su titular, todos cuentan con animales de corral, caballos, vacas y algunos son productores lecheros, sobre todo estos últimos ven disminuida la producción porque sus animales necesitan tomar bastante agua para procesar la comida y lograr la producción de leche.
El origen del problema data de 1973, cuando el gobernador Oscar Flores ni quiso firmarles un acuerdo que les garantizara el suministro a cambio de ceder el agua y terrenos del ejido, bajo el argumento de que su palabra valía más que cualquier documento.
Los ejidatarios asentaron en actas el compromiso del entonces gobernador, sin embargo, funcionarios de algunas administraciones no lo han querido reconocer y de ahí se han derivado los problemas.
“El acuerdo sí existe y con eso nos hemos defendido, muchas veces sí nos lo han tomado en cuenta porque en el caso de nosotros, nunca les hemos cobrado nada, ni indemnización de la línea de conducción, ni las carreteras que hacen por acá y por allá y nosotros se los hemos dicho, nomás queremos la seguridad del agua y que no nos falte”, explicó.
Detalló que esperan comprensión por parte de las autoridades de la Junta de Aguas para que no deje de dotar al ejido y añadió que por su parte, se comprometen a cuidar el recurso y utilizar sólo lo necesario.
Varios pobladores también confirmaron que desde febrero se ha reducido de manera drástica la presión con que recibían el agua, entre ellos Luis Fuentes, quien comentó que los ranchos de propiedad privada cercanos a la presa, consumen mucha y nunca les falta, a pesar de que tienen caballerizas, lienzos y áreas de esparcimiento que nada tienen que ver con la subsistencia.