“La expectativa es que compre leche en polvo nacional, que si se viene un problema de comercialización en estos meses, haya un programa de secado de leche y que esa leche la consuma Liconsa también”.
En entrevista con La Jornada indicó que esperan que el hecho de que México deje de importar leche en polvo favorezca a los pequeños y medianos productores del país y confió “que los grandes productores de leche no vayan a aprovechar sus relaciones, y el tema de sus instalaciones, y Liconsa les compre a ellos”.
A fines mayo la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que en 2020 “no se importará ni una tonelada de leche en polvo”, y recordó que ya el año pasado se habían reducido a la mitad las compras del lácteo en el exterior. En 2018 se importaron 60 mil toneladas de ese producto.
“Esa es una buena noticia, y la aplaudimos, pero estamos pidiendo también que las compras institucionales del gobierno sean de leche de productores mexicanos, porque el DIF, Marina, las cárceles, el IMSS y el ISSSTE, muchas veces se surten de leche importada”.
Insistió que a la par se puede “hacer un padrón de productores pequeños, ojalá nos hagan una propuesta importante para los productores que no tenían dónde comercializar su leche, y por eso no ordeñaban sus vacas, que hoy tengan la seguridad que Liconsa les va a comprar su leche”.
La leche fluida forma parte del esquema Precios de Garantía, que está dirigido a pequeños y medianos productores de granos básicos y leche. Sobre la captación de leche, Segalmex paga 8.20 pesos por litro a pequeños productores hasta con 35 vacas y a medianos productores propietarios de hasta 100 cabezas de ganado a razón de 25 litros por vaca.
Las principales entidades productoras de leche son Jalisco, Coahuila; Durango, Chihuahua y Guanajuato.