Con ello, la máxima instancia de justicia del país asestó un duro golpe a la multinacional suiza Nestlé, que preside Fausto Costa, que pierde los derechos sobre esa icónica denominación que adquirió en 1988.
En 2013 la empresa mexicana Helados Vida invocó la figura de la caducidad, ya que de acuerdo con la Ley de la Propiedad Industrial, cuando una marca deja de explotarse tres años caduca y pierde el registro.
El 22 de abril el órgano que preside Arturo Zaldívar resolvió negar el amparo a Nestlé y dejó en firme la sentencia que ordena declarar la caducidad del registro de marca Danesa 33.
Helados Vida removió el último registro de Nestlé y espera que en los próximos meses el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) le conceda el registro que solicitó desde el año 2012.
La historia va a tomar otro giro con Herdez, el grupo de Héctor Hernández Pons, pues en 2016 esta compañía había anunciado un acuerdo con Nestlé para adquirir licencias de su negocio de helados.
La marca que a Herdez le resultó más interesante fue Danesa 33, para la que anunció una inversión de mil millones de pesos para reposicionarla en un mercado dominado por Unilever.
Pero en el reporte de la operación de compra-venta a la Bolsa Mexicana de Valores, que dirige José Oriol Bosch, nunca dio cuenta de que Danesa 33 estaba en litigio desde 2013.
Nestlé presentó facturas en las que supuestamente mostraba ventas del helado a restaurantes en México, pero Helados Vida demostró con actas notariales que los restaurantes no ofrecían la marca al público.
A diferencia de Nestlé, Helados Vida no sólo busca vender helado, sino que ahora planea abrir heladerías en las principales plazas del país, recuperando el toque de los 80.