Una de las empresas a las que el Gobierno compró los productos que van incluidos en las bolsas solidarias ha sido señalada de actos de presunta corrupción. Se trata de lndustrias Lácteas Australianas (ILAS), la cual tiene su sede en Chihuahua, México, y que ha sido investigada por autoridades de ese país por recibir transferencias millonarias de parte de Mass Joy Industries LTD, la cual es propiedad de Yussef Smaili Abou Nassif, pareja de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela y quien además es investigada por Estados Unidos y Europa por esa relación.
Además, ILAS ha sido objeto de investigación en México por recibir contratos de Liconsa, una compañía paraestatal del gobierno de México y que forma parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, sin que dichos contratos fueran precedidos de estudios de mercado, sin licitación y sin que sean reportados a Compranet, el portal de compras del Gobierno mexicano.
Además, el logo del Gobierno de El Salvador, así como el del Programa de Emergencia Sanitaria (PES) fue incluido las viñetas de al menos cuatro productos que han sido incluidos en el paquete de alimentos que ha sido entregado de parte del Ejecutivo como parte de la respuesta a la emergencia por la pandemia del covid-19. Esto, además del logo que fue incluido en el empaque en el que han sido entregados.
En la oferta de compras 114, gestionada a través de la Bolsa de Productos y Servicios de El Salvador (BOLPROS), el Gobierno dio a conocer a finales de abril pasado que se entregarían 2 millones de paquetes, con precio base de $56, en los cuales serían incluidos alimentos no perecederos como arroz, leche, sal, azúcar y aceite, entre otros.
Sin embargo, nueve días después, en una nueva oferta de compra el Gobierno realizó cambios a la lista de productos y bajó su precio base de $56 a $35 , así como también redujo el número de paquetes a 800 mil con los siguientes productos: ocho libras de arroz, ocho libras de frijol, una bolsa de sal de hasta 460 gramos, tres bolsas de azúcar de hasta 500 gramos cada una, un envase de aceite comestible de hasta 750 mililitros, tres paquetes de espagueti de 200 gramos cada uno, un paquete de café molido de hasta 454 gramos, cuatro rollos de papel higiénico de 1,000 hojas cada uno, seis libras de harina de maíz repartidas en bolsas de dos libras cada una, tres bolsas de leche en polvo de hasta 380 gramos cada una, un paquete de avena de hasta 350 gramos y dos latas de atún en agua de 160 gramos cada una.
En ambas ofertas, en su última página, el Gobierno solicita, en el anexo 8, la inclusión del logo de la actual administración, con la especificación que “el tamaño del logo será proporcional al paquete en blanco y negro”, empero no se establece el requisito de la inclusión del logro gubernamental en la viñeta de los productos, los cuales pertenecen al catálogo de empresas con sedes en México.
Campaña
Leche fortificada, atunes, sardinas y harinas son los productos importados a los que les fue incluido el logo, algo que ha sido señalado como una estrategia de publicidad de parte de algunos sectores del país, desde los que también se cuestiona si dicha petición pudiera haber supuesto un incremento en el costo de los productos, que fueron entregados, según dijo el presidente Nayib Bukele, en 3.4 millones de paquetes a nivel nacional.
Para el director de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), Roberto Rubio, “en este caso específico hay varios enfoques que pueden estudiarse como el publicitario, el político electoral, porque la distribución se ha hecho por medio de un partido político y además la dimensión porque son compras grandes y con los antecedentes de las compras de salud en equipo, de MOP sobre transporte hay muchísimas dudas. Ahora hay que ver porqué estas empresas en México, faltará tener muchas respuestas”.
Rubio además mencionó que en El Salvador existen empresas con condiciones que podían suplir las necesidades de demanda que tenía el Gobierno pero que no fueron tomadas en cuenta y con las cuales pudo existir una reducción en cuanto a flete de importación. “Por ejemplo el atún existe una empresa en el país que contaba con inventario y pudo no invertir en el flete”, dijo.
Por su parte, para Roberto Ocampo, excandidato a la vicepresidencia por el partido VAMOS, “parecería que es una forma de campaña. Creo que sí, ya que de otra manera, no vería la necesidad de poner el logo del gobierno en los productos”.
