La industria ubicada en Young se propuso tener el menor inventario posible, mientras alienta a que Uruguay explore un TLC con China y apueste a destinos de Latinoamérica.

Ante el escenario de incertidumbre en el mercado internacional, por la pandemia del Covid-19, la empresa láctea Claldy definió una postura de “cautela”, y se propuso “tener el menor inventario de productos posible” dijo a VERDE el gerente general de esa industria, Hermann Quiring.
El ejecutivo argumentó que “el cierre del circuito de hoteles, cafeterías, restaurantes y pizzerías”, resintió los negocios en el mercado internacional y también en la plaza local. “Si bien algo se retomó, en general la recuperación de la demanda relacionada con el turismo gastronómico todavía está muy lenta”, comentó.
Señaló que las industrias lácteas uruguayas son “muy dependientes del exterior”, y admitió que “la demanda se cortó”. En cuanto a la oferta, comentó que “hay países que igualmente siguen produciendo, por lo que hubo un aumento de productos, generando un desfasaje”.
A modo de ejemplo, Quiring señaló que “Argelia recibe mucha leche en polvo de Uruguay y ahora, con todo lo que le está enviando Europa a precios bajos respecto a los que exportan las empresas uruguayas, genera un problema de competencia”.
Si bien las exportaciones de lácteos de Uruguay registraron un aumento en el primer cuatrimestre, “en mayo ya se sintió la menor colocación de productos, y hubo postergación de cargas y cancelaciones” de algunos negocios, ya que los importadores “quieren renegociar los precios”, indicó.
En cuanto a los destinos que presentan inconvenientes, el gerente general de Claldy planteó el caso de Brasil, donde “la demanda de productos lácteos está totalmente frenada”.
Agregó que “en México también tenemos dificultades y en Rusia todavía no vemos una reacción”. Dijo que los importadores mexicanos y brasileños “cancelaron negocios”.
Eso genera “preocupación a futuro” en lo que pueda suceder en esos mercados, dijo, mientras reconoció que mirando hacia el futuro hay “mucha incertidumbre” en el sector lechero y en las exportaciones.
A diferencia de las complicaciones registradas en otros mercados, se mantuvo la exportación de suero en polvo a China. Eso “no tuvo problemas, (porque) no lo consideran un producto lácteo sino más bien un ingrediente”, consideró el jerarca de Claldy.
Mirada interior
En el mercado interno Claldy no tuvo mayores inconvenientes ni con la colocación de sus productos ni con los precios. Cuando se declaró la pandemia mundial, por la expansión del coronavirus por los distintos continentes, aumentó la demanda internacional de lácteos, luego hubo una caída de los negocios, y ahora se está retomando la actividad.
Quiring valoró que el mercado local absorba un volumen importante de la producción general de las industrias lácteas uruguayas, pero entre 60% y 70% se dirige a las exportaciones. En el caso de Claldy el destino de sus productos es el opuesto al del resto de la industria, de los 4,5 millones de litros de leche que recibe mensualmente de los productores remitentes, 80% va al mercado uruguayo y 20% a exportación.
Explicó que esa firma llegó a tener algo más del 50% de su producción destinada al mercado exterior, principalmente durante los años de concentración de los negocios con Venezuela.
Pero los problemas para el cobro de las exportaciones y el impacto financiero de esa situación incidieron en que en los años recientes gane más espacio el mercado local respecto a la exportación.
El ejecutivo resaltó que entre fines de 2017 e inicio de 2018 la empresa hizo un plan de adecuación financiera con los bancos con los que opera, y así fue saneando su situación.
En el mercado interno Claldy cuenta con cobertura en los 19 departamentos, con una distribución barrial, señaló el gerente.
Atendiendo al impacto de la emergencia sanitaria por el coronavirus, Quiring contó que la demanda de lácteos por parte del consumidor uruguayo “en marzo registró un aumento, en abril se empezó a frenar y en mayo se sintió un poco más” esa situación.
Entre marzo y junio hubo un incremento en las ventas de leche fluida común y los yogures, los quesos se mantuvieron estables y en fundidos la situación también fue de estabilidad.
Pero cayó la venta de queso muzzarella a ciertos clientes, por estar cerradas las pizzerías, sin embargo, en los almacenes de barrios se pidió más, porque el consumidor pasó a comprar ese producto para cocinar en su casa.
TLC con China y mercados de la región
Consultado sobre las perspectivas a mediano y largo plazo para la lechería uruguaya, el ejecutivo planteó que, para aumentar la producción como país, más allá de la necesidad de ajustar los costos internos, es necesario trabajar en el posicionamiento internacional.
Hay que “diferenciar” a Uruguay de otros países y “colocarnos mejor” en China y Corea del Sur, entre otros mercados, dijo.
Expresó que “si no estamos listos para un tratado de libre comercio (TLC) con China, por lo menos iniciemos un estudio de factibilidad para avanzar en conjunto. De lo contrario, todo incremento de producción, con estos vaivenes internacionales como el que generó esta pandemia, traerá dificultades en las industrias uruguayas”.
Quiring también hizo hincapié en una apuesta más fuerte a destinos regionales, tanto en Sudamérica como en Centroamérica.

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