Javier Baudino, vicepresidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) y referente del sector en Córdoba, analizó junto a El Diario el momento que están atravesando desde que comenzó la cuarentena y las medidas sanitarias generadas por la pandemia.
Reconoció en principio que “en general el sector está trabajando a buen ritmo” que tuvieron “altibajos en la venta, sobre todo al principio de la pandemia cuando la incertidumbre era muy grande, pero después las ventas se han ido normalizando”.
Lo que ayudó mucho al sector es que “el mercado externo, que parecía que se desmoronaba, tuvo un repunte, volvió a tener los valores de comercio internacional que teníamos en febrero de este año” lo cual permitió “que se sostuviera el precio de la leche, y las empresas tuvieron colocación”. Sobre esto, amplió que “en esta época del año los volúmenes de leche van para arriba mes a mes y la colocación de la misma es más preocupante a veces que la rentabilidad propiamente dicha”.
“Quizás la preocupación más grande a nuestro nivel estuvo dada por el conflicto con el gremio, donde la parte gremial es muy dura en las negociaciones, y la industria sinceramente no lo está pasando bien por más que tengas buenos volúmenes de venta”, planteó.
Para entender por qué, pese a los buenos volúmenes de venta, las empresas están complicadas, Baudino destacó que “en general en la industria hoy estamos trabajando con los mismos precios que un año atrás”.
“A lo sumo un 7%, un 8 % a la empresa que mejor le está yendo. Y con una inflación del 50% podés ser un genio, pero no podés ir contra la matemática. Está a la vista que grandes industrias han declarado balances este año con más de mil millones de quebranto. Imagínate para las empresas poco tecnificadas es mucho más complejo”, destacó.
Al mismo tiempo, ejemplificó: “Comparábamos una bolsita de queso cremoso que el año pasado valía 18 centavos de dólares, y este año sigue valiendo 18 centavos de dólares. El problema es que el año pasado valía $40 y ahora $80. El costo subió en pesos el 100% y la facturación en término de pesos subió 0%, 5% o 10% no pasa de ahí”.
“La realidad es que la industria estuvo trabajando, tenemos un ritmo de venta aceptable, pero tenemos un problema de precios. El Gobierno puso precios máximos, hoy estamos un 15% debajo de lo que deberían ser”, insistió.
De hecho, el referente de Apymel en Córdoba adelantó que “vamos a ser los malos de la película si recuperamos los precios, pero es lo que hace falta; hoy un 15% o 20% es lo que debe subir un queso para poder actualizar el precio al tambero, pagar los salarios como corresponde, y demás”.
Un momento para invertir, pero…
“En el sector Pyme hay un problema de tecnificación. Este es un momento para aprovechar para poder invertir, tenemos el dólar súper barato, la maquinaria está toda dolarizada, pero no tenés la rentabilidad que necesitás para poder tecnificar, ni tampoco líneas de créditos coherentes para poder invertir”, consideró Baudino.
A su vez, reflejó que la incertidumbre que tenemos en Argentina “es la misma de hace 10 años” pero “hoy está muy agravada, aunque no es distinta a la que teníamos desde 2010”. “Ha habido matices, algunos mejores y otros peores, hoy quizás lo que más aterra es el riesgo de un golpe inflacionario muy fuerte”, confesó.
El sistema productivo “hoy está tremendamente afectado, algunas con actividad cero, y eso es preocupante, asusta”.
Finalmente, concluyó: “La realidad es que tenemos un proveedor que se llama tambero y, fundamentalmente, vaca. Y la vaca tiene un ciclo biológico y hay una cosa que no se puede hacer que es parar. Y cuando la vaca da leche la industria no puede parar. Y esa es la realidad. Porque el compromiso que nosotros tenemos con el productor es que la leche hay que ir a retirársela. Sea negocio o no sea negocio, vaya mejor o vaya peor. Entonces es un tema que te genera falta de competitividad a veces porque no tenés opción de decir, hoy vendí menos, voy a comprar menos”.