Los minerales cumplen un importante papel en la nutrición porque aunque no proporcionan energía son esenciales para la utilización y síntesis biológica de nutrientes esenciales.

En muchos establos lecheros existen problemas de deficiencia de uno o más minerales; sin embargo, estos se presentan en forma subclínica la cual no es fácilmente diagnosticada. Este tipo de deficiencia podría causar pérdidas importantes en producción de leche debido a que los minerales cumplen un rol importante en la síntesis de leche, metabolismo y salud en general (Cuadro 1).
Minerales para mejorar producción de leche y fertilidad en vacas lecheras1
Se debe considerar que un buen manejo de la nutrición mineral es saber cuánto de cada mineral necesita consumir el animal en cada estado fisiológico y cuánto es aportado por la ración, por lo que es importante conocer el contenido y biodisponibilidad de minerales de los diferentes alimentos que actualmente se utilizan en la preparación de las raciones. En esta revisión se ha utilizado información reciente sobre el tema así como la ultima publicación Nutrients Requirement of Dairy Cattle, 2001.
Cuadro 1. Incidencia de principales problemas que tienen impacto sobre la performance productiva y reproductiva en vacas recién paridas.
REQUERIMIENTO DE PRINCIPALES MINERALES
– Calcio y Fósforo
Los requerimientos de Calcio y Fósforo dependen de la producción y composición de la leche, además del estado de preñez. Las vacas en producción requieren de Calcio entre 0.6 – 0.67% en el alimento mientras que para vacas en seca, suministrar un alto nivel de calcio tiene como consecuencia desfavorable una disminución de calcio en el suero sanguíneo (hipocalcemia), en el parto o cerca de él. Durante el periodo seco el requerimiento de Calcio en el alimento, está entre 0.44 – 0.47%. El costo económico de este desequilibrio se extiende más allá del costo del tratamiento. Numerosos trabajos han demostrado que la hipocalcemia está asociada con un aumento en la incidencia de mastitis, cetosis, desplazamiento de abomaso, retención de placenta y menor fertilidad.
El nivel de Fósforo requerido en el alimento para vacas en producción está entre 0.32 – 0.38% y para vacas en seca entre 0.22 – 0.36%. Estos niveles son los que permiten una adecuada performance productiva y reproductiva del animal por lo que suplementar con mayores niveles a los recomendados podría originar pérdidas económicas debido a que el exceso de Fósforo no es aprovechado por el animal y es eliminado al medio ambiente. Existen alimentos que contienen un bajo contenido de este mineral por lo que en esas condiciones se recomienda suplementar con adecuados niveles de Fósforo.
-Manganeso
Las vacas en producción requieren entre 13 – 14 ppm de Manganeso en el alimento. Ante una deficiencia de este mineral los animales presentan una reducción del crecimiento, anormalidades del esqueleto, fertilidad reducida, parto de terneros anormales, celos de menor intensidad, requieren más servicio por concepción y tienen mayor tasa de muerte embrionaria. Manganeso también trabaja junto a otros antioxidantes para minimizar la acumulación de formas reactivas de oxígeno, las cuales dañan las células. Se recomienda suplementacion apropiada debido a su efecto directo sobre la fertilidad.
-Hierro
En vacas lecheras la deficiencia de Hierro no constituye generalmente un problema debido a que la mayoría de los alimentos contienen más de los 50 ppm en el alimento que requiere el animal. Sin embargo se debe conocer el contenido de hierro de los alimentos utilizados en la ración ya que ante una deficiencia se puede presentar anemia y menor resistencia a las infecciones.
-Cobalto
Cobalto es un elemento esencial como parte de la Vitamina B12. Los microorganismos del rumen pueden sintetizar esta vitamina a partir de cantidades adecuadas de cobalto en la dieta. El requerimiento de Cobalto para vacas en producción y en seca es de 0.1 ppm en el alimento. Ante una deficiencia los microorganismos del rumen no pueden sintetizar Vitamina B12, se reduce consumo, se presenta pérdida de peso y retrazo en el crecimiento por lo que es conveniente la suplementacion apropiada en el alimento.
-Cobre
La mayoría de las raciones para vacas lecheras requieren ser suplementadas con Cobre. El requerimiento para vacas en producción es de 11 ppm en el alimento. El síntoma común de la deficiencia de Cobre es el blanqueo del pelaje. Otros síntomas de deficiencia son la anemia, diarrea, cojera e hinchamiento de las articulaciones. Se puede producir deficiencia de Cobre cuando existe elevadas cantidades de Hierro en la dieta, lo que inhibe la absorción de Cobre. Se recomienda suplementar con adecuados niveles de este mineral.
-Zinc
Este mineral está involucrado en varios procesos enzimáticos y en la calcificación de los huesos. El requerimiento de Zinc para vacas en producción es de 49 ppm en el alimento. Un exceso de Zinc podría interferir con la utilización de otros minerales menores como cobre y hierro. Ante una deficiencia se altera la síntesis de prostaglandinas, reducido crecimiento, menor consumo, patas débiles, anomalías en la piel como dermatitis además de laminitis. Esta última tiene efectos sobre la producción de leche debido al estrés que causa en el animal (dificultad de locomoción) por lo que se recomienda suplementar con adecuadas cantidades para evitar éste y otros problemas que la deficiencia acarrea.
-Yodo
En general Yodo es necesario para el desarrollo normal de animales jóvenes y la fertilidad. El requerimiento para vacas en producción está entre 0.4 – 0.6 ppm y para vacas en seca entre 0.4 – 0.5 ppm en el alimento. Ante una falta de Yodo en la ración se tiene como resultado bocio, el cual se puede diagnosticar fácilmente debido a que se observa un aumento en el tamaño de la glándula tiroides en terneros recién nacidos. También se puede presentar nacimiento de terneros débiles o muertos, muerte fetal puede ocurrir en cualquier estado de gestación. En animales adultos se observa reducida fertilidad. El uso de sales locales con bajo contenido de Yodo puede ocasionar este desorden en algunas localidades por lo que se recomienda una apropiada suplementacion de este mineral.
-Selenio
Selenio y Vitamina E actúan conjuntamente para reducir la incidencia de retención de placenta, metritis y quistes ováricos en ganado con bajos niveles de este nutriente en la ración. Varios estudios han demostrado que inyectando 680 UI de Vitamina E y 50 mg de Selenio alrededor de las tres semanas antes del parto se reduce la incidencia de la retención de placenta y metritis. También se ha demostrado la efectividad de Selenio para reducir la prevalencia y severidad de mastitis con suplementacion de 0.3 ppm de selenio en el alimento el cual es un nivel de suplementación recomendado para vacas en producción y en seca.
Sin embargo, debido a que existen otros minerales relacionados con problemas reproductivos, adicionar Vitamina E y/o Selenio podría no tener ningún efecto sobre este problema si no se conoce la concentración mineral de la ración. Debe recordarse también que existen muchos casos en los que el problema de fertilidad es por inadecuado manejo reproductivo por lo que mejoras en alimentación no tendrán resultados favorables.
NUEVOS CONCEPTOS EN NUTRICION MINERAL
-Minerales orgánicos
Los minerales orgánicos son minerales unidos químicamente a moléculas orgánicas de forma tal que el mineral es altamente disponible para el animal. El uso de minerales quelatos o complejos minerales orgánicos en las premezclas ha incrementado en varias situaciones la performance productiva y reproductiva así como también ha disminuido las cantidades de células somáticas en la leche comparada con el suministro de minerales en forma inorgánica.
Actualmente se vienen utilizando Zinc y Selenio en forma orgánica como parte de la premezcla de las raciones de vacas de alta producción en los cuales se ha demostrado un incremento en la performance productiva y fertilidad de los animales.
-Balance cation – anion
El balance cation – anion es un nuevo concepto que empieza a ser usado como una herramienta en algunas circunstancias dietarias para reducir hipocalcemia en vacas en lactación temprana. Los electrolitos dietarios pueden tener una carga positiva o negativa. Aniones son electrolitos cargados negativamente y cationes son cargados positivamente. Alimentar con raciones cargadas ligeramente negativas por tres a cuatro semanas antes de parto, proporcionando un adecuado balance de Calcio, Fósforo y Magnesio, deberá reducir en algunos casos la incidencia de hipocalcemia después del parto.
La utilización de sales aniónicas en dietas para vacas en pre-parto se basa en el carácter acidógeno de estas sustancias, que provoca una acidificación digestiva y metabólica, creándose condiciones óptimas para la circulación del Calcio en el organismo.
Los beneficios de usar sales aniónicas son los siguientes:
1. Mejora la absorción del Calcio.
2. Aumenta la movilización de Calcio óseo.
3. Aumenta la proporción de Calcio plasmático en forma iónica (Ca+2), el único metabolitamente activo
Una forma práctica para conocer el grado de acidez de la sangre es a través del monitoreo de pH de la orina el cual es fácil de medir. Para reducir la incidencia de hipocalcemia, las vacas deberían tener un pH de la orina entre 6.0 – 7.3.
En el Perú se requiere determinar la concentración de aniones y cationes de los alimentos utilizados para la formulación de raciones y de esta forma poder evaluar el balance cation – anion. Sin embargo se puede determinar el pH de orina de las vacas 3 semanas antes del parto para poder predecir qué animales estarían propensos a presentar cuadros de hipocalcemia.
Dr. Carlos Gómez.
Ing. Melisa Fernández.
Departamento de Nutrición,
Universidad Nacional Agraria La Molina.

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