El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo anunció un sistema de pasteurización de leche en origen que buscará abaratar hasta un 40% el precio de venta en la góndola, como parte de uno de los ejes del “Plan Argentina contra el Hambre” para volver más accesible la oferta de alimentos.
La tecnología se trata de un desarrollo de científicos y técnicos de la UBA y del INTA con fondos aportados por la cartera de Desarrollo Social. La alternativa técnica se pondrá a disposición de las PyMES, las cooperativas de la economía popular y los municipios, entre otros actores.
En concreto, la novedad implica la puesta en marcha de un sistema que permite envasar leche fluida, pausteurizarla desde origen en volúmenes chicos y enfriarla al punto de garantizar condiciones óptimas de inocuidad para su venta directa en circuitos de proximidad.
“Esto resuelve el problema de la leche cruda, que representa el 30% de la leche que se vende en el país”, sostuvo Diego Ramilo, director del INTA CIPAF, durante la presentación del avance técnico en la sede del organismo en Castelar. “Esta tecnología tiene un potencial enorme y se puede exportar”, aseguró.
Para millones de consumidores, el alza de los precios en los alimentos los vuelve inaccesibles, lo que agrava la situación social de los 18,5 millones de pobres que viven en el país. El motivo del de este encarecimiento es materia de discusión en empresarios, funcionarios y especialistas.
En el caso de la leche cruda, el valor del producto repuntó en septiembre un 2% y llegó a $19,07 lo que se paga a los tamberos, según los datos de la Subsecretaría de Lechería. El producto que sale de los tambos es apenas una parte del precio del producto.
Para el ministro Daniel Arroyo, la innovación permite reducir uno de los costos de la leche en relación a su industrialización, que se suele llevar adelante a distancias lejanas de los tambos. El principio de “pasteurización en bolsa” fue proyectada para recorrer circuitos de comercialización de 20 kilómetros entre el productor y el consumidor, cuando el promedio para un circuito de cadena larga es de 750 kilómetros.
Según los informes del INTA, el sistema mejora las cadenas cortas de agregado de valor, ya que un litro de leche comprada en origen cuesta hasta un 40% menos respecto del precio de góndola. El productor obtendrá, aseguran, un 400% de rentabilidad en comparación si la venta se destina a la industria láctea.
“Es el resultado de un trabajo de años, que es poder pasteurizar en sachet”, sintetizó Arroyo en la actividad de lanzamiento. El modelo patentado por el INTA y la UBA es distinto de los modelos convencionales, que pasteurizan la leche cruda en un módulo y después la envasan en otro. Con las nuevas máquinas se invierte el modelo: se envasa y pasteuriza la leche envasada.
Según sus desarrolladores, la tecnología representará una oportunidad para las cuencas lácteas. Estudios estiman que un 15% del mercado de la leche pertenece a la informalidad y que, a pesar de estar prohibido desde 1963 por el Código Alimentario, es una práctica habitual la venta de leche fluida sin pausterizar.
“Se resuelven tres cuestiones: genera mejores condiciones ambientales y se evita la leche cruda, mejora del ingreso de las familias productoras y baja el precio de los alimentos”, sostuvo Arroyo.
El sistema está pensado para la producción en baja escala. Las máquinas son fabricadas por cinco PyMES y ya hay un interés internacional, según apuntó uno de los directores del INTA. En esta primera etapa se implementarán 13 ensachetadoras por 96 familias de productores de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, La Pampa, San Luis y Formosa.
La implementación cuenta con un eslabón político y social. Es que varios de los dispositivos estarán destinados a productores del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), dos de las organizaciones de cooperativistas más movilizadas. También habrá recursos para una escuela agrotécnica y municipalidades, que coordinarán el uso compartido de varios tambos.
El desarrollo técnico se extendió durante una década y estuvo a cargo de los investigadores del INTA Gabriela Denoya y Sergio Justianovich. Según sus artífices, cada máquina puede producir 100 litros de leche por día con solo un operador en una jornada de 6 horas diarias.
Mientras se amplía esta línea de alimentos baratos, la suba de los precios sigue golpeando a la economía doméstica. Ayer, la Canasta básica Alimentaria (CBA) tuvo un aumento del 3,4%. Así, una familia “tipo” necesitó $19.430 para no ser considerada indigente, mientras que requirió de $47.216 para no ser pobre.
Además de Arroyo y Basterra, en el el acto de lanzamiento estuvieron presentes la titular del INTA, Susana Mirassou; la coordinadora de Asesoramiento en Gestión a Unidades Productivas de la Secretaría de Economía Social, Eva Verde; y el director de Lechería, Arturo Videla, junto a científicos y técnicos de la Agricultura Familiar.