Hace poco más de un año, el desembarco en la cooperativa CLUN del exdirectivo de Pescanova Rafael Prieto Rodríguez como sustituto del antiguo director general José Luis Antuña sorprendía a más de uno en el sector. Su llegada causó desconcierto porque, aunque era un hombre de probada experiencia en el terreno alimentario, no tenía conocimiento de las catacumbas de un campo con tantas aristas como el lácteo. Prieto tenía por delante el reto de estar a la altura de su antecesor, un hombre que antes de jubilarse el año pasado y de tomar las riendas de CLUN tras la integración en el 2017 de Irmandiños, Melisanto y Feiraco, había logrado reflotar esta última cooperativa en el 2005. Lo hacía en un momento en el que atravesaba sus horas más bajas.
Ahora la última estrategia del comité de dirección de CLUN ha vuelto a coger por sorpresa al sector al comunicar que prescinde del hombre que contrató hace 16 meses para capitanear su proyecto tras haber optado por un cambio de modelo en el que será este órgano el que tomé las riendas de la cooperativa. La idea, como avanzaron en un comunicado, es la de que sea ese comité el que realice una coordinación general de los «distintos negocios y servicios de la cooperativa, potenciando las unidades de negocio de Lácteos y Agroganadera». El objetivo, añade, «es reforzar las áreas de actividad y dotarlas de mayor capacidad de decisión, ejecución y eficiencia».
Y comenta que el cambio potencia «las unidades de negocio de Lácteos y Agroganadera, que con el Comité de Dirección, junto al Consejo Rector y su Presidente, dirigirán los negocios y servicios de la cooperativa».