La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) difundió una nueva edición del informe que elabora periódicamente en el que analiza la composición de los precios que paga un consumidor por la leche, el pan y la carne bovina.
En el caso de la leche, el informe refleja con claridad la situación crítica que atraviesa esa cadena: del valor final abonado en góndola, el 87,5 por ciento son costos de los diferentes eslabones, el 11,6 por ciento son impuestos y apenas el 0,9 por ciento son ganancias.
“Por cada sachet que compramos, y cuesta 60 pesos, estamos pagando 52,60 pesos de costos, siete pesos de impuestos y solo 50 centavos de ganancia en toda la cadena”, resumió Natalia Ariño, investigadora de Fada.
Carne, pan y leche: ¿Qué pagamos en nuestras compras? ???
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El camino teórico es el siguiente: el tambo recibió 18,65 pesos por litro; la industria, que pagó ese precio, le agrega 19,73 pesos de costos y 3,16 de impuestos. Con un resultado de 3,90 pesos, el sachet sale de la planta a 45,44 pesos, el comercio le suma 12,63 pesos de costos de estructura, transporte y laborales, paga impuestos por 3,51 pesos y sufre una pérdida final de 1,45 pesos.
“De todos modos, si bien el comercio pierde en teoría con cada sachet, se trata de un producto ‘gancho’, que compensa su pérdida con otros lácteos que compra el consumidor y tienen mayor valor”, aclaró el economista jefe de Fada, David Miazzo.
El más perjudicado en todo este proceso es el productor primario, que de movida perdió 1,94 pesos. En los últimos seis meses, mientras la leche cruda aumentó cinco por ciento, la inflación fue del 14 por ciento y el tipo de cambio se actualizó 19 por ciento.
Este escenario macroeconómico se combina con una menor oferta de forraje para alimentar a las vacas por la sequía y un aumento del precio de los granos y el heno. “En febrero, un productor podía comprar 1,9 kilos de maíz por cada litro de leche que vendía; en agosto, la relación cayó a 1,8; y en septiembre continuó en baja hasta 1,54 kilos”, evaluó Ariño.
Carne y pan
En lo que respecta a la carne bovina, sobre un precio promedio de 372 pesos por kilo, los costos representaron 251,50 pesos (67,6 por ciento), los impuestos 108, 55 pesos (29 por ciento) y el resultado de la cadena 11,83 pesos (3,2 por ciento).
Con la suba del ternero, en este momento la cría participa con el 29 por ciento del costo final, por encima del feedlot (23 por ciento).
En cuanto al pan, Fada calculó que el consumidor paga un promedio de 107,50 pesos por kilo de pan francés. En ese precio, el trigo representa el 12 por ciento (13,27 pesos), el molino el seis por ciento (6,27 pesos), la panadería el 57 por ciento (61,20 pesos) y los impuestos el 25 por ciento (26,80 pesos).
En cuanto a la composición del precio, el 60 por ciento son costos, el 25 por ciento impuestos y el 15 por ciento ganancias. Es decir, es la cadena que mejor resultado deja para todos los eslabones.