Los apuntes de la consultora Zorraquin+Meneses (Z+M) repasan que hay muchas reuniones de socios o gerentes de empresas agropecuarias para ajustar decisiones para la 2020/2021 en ganadería de engorde y lechería.
Desde Z+M citan que muchos números hoy no cierran, potenciado por la menor cantidad de pasto generado en las pasturas, con una primavera de lluvias escasas: “Muchas decisiones a tomar, la biología y las finanzas apuran los tiempos”.
Negocio ganadero
Los especialistas advierten una fuerte crisis en los feedlots y en la ganadería de engorde en general: “Con la actual relación de compra venta entre ternero y novillo, sumado al alto precio del maíz, no hay forma de ganar plata con ese negocio”.
Esto ha llevado a que se redujera la reposición a medida que se van vaciando los corrales y también ha llevado a reponer con terneras hembras o vaquillonas para dar servicio, por la expectativa en la suba del valor del vientre en diciembre.
“En esta última semana se mostró más firme el precio del novillito y el novillo, con valores esporádicos de 125 a 135 $/kilo aunque el promedio se ubique debajo de los 120 $/kilo todavía. Pero a medida que se reduzca la oferta de gordo, el precio se va a ir afirmando y sin duda también se reflejará en un aumento de precios en carnicerías”, repasan y anticipan: “Ya se sabe que esto genera incomodidad en los Gobiernos de turno, a veces con consecuencias intervencionistas, a pesar que hoy los argentinos consumimos en promedio más de 100 kilos de carne por año (entre vacuna, porcina y aviar), algo que pocos países pueden mostrar”.
Por otro lado, la cría está pasando un “veranito” en el precio de lo que vende, con terneros en el orden de los 150 $/kilo y la vaca y toros de descarte en el orden de los 100 $/kilo. Y con los vientres preñados buscando un nuevo escalón de precios.
Todo enmarcado en que la exportación representa más del 25% de la producción, sustentada casi exclusivamente en China, con Europa afectada por la nueva ola de coronavirus.
Negocio lechero
En cuanto a la lechería, en el mes de octubre el precio del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA) fue de $ 19,59 el litro, que representa un aumento del 2,7% respecto a septiembre y del 21.6% respecto a un año atrás: “Sigue muy por debajo de la inflación de costos”, destacan.
En algunos tambos, por calidad o por volumen, el precio superó los 20 $/litro y los sólidos útiles los 280 $/kilo. En Gran Buenos Aires el litro de leche en sachet subió menos todavía (16.5% anual), con un mercado al que le cuesta validar aumentos sin afectar el consumo.
“Si bien los que están en el negocio del tambo entienden y se adaptan a los ciclos de esta actividad, la foto actual es muy poco atractiva”, describen en Z+M.
El precio de la leche que ha perdido contra la inflación y con fuerte deterioro en sus términos de intercambio (relación insumo/producto) contra casi todo lo que lo afecta. En particular al ver que hoy con un litro de leche se compran 1,3 kilos de maíz comparado con el valor histórico de 2 a 1.
Con la expectativa de que el alto precio de los alimentos vino para quedarse un rato y basando la mejora potencial del precio de la leche para los próximos meses en cuatro elementos:
-Caída de la oferta el acercarse el verano
-Suba de precio al consumidor que pueda acompañar al menos la inflación
-Exportaciones firmes que puedan aumentar con precios de leche en polvo en el orden de los 3000 u$s/tonelada
-Disminución o eliminación del impuesto por derechos de exportación que hoy es del 9%.
“O alguna combinación de estos cuatro puntos. El hecho de haber tenido un par de años previos con rentabilidad positiva le da a las empresas mayor capacidad para tolerar esta situación, sumado a que esta es una actividad con alta barrera de salida que puede demorar cualquier decisión drástica. Pero muchos tambos chicos o con baja eficiencia productiva pueden plantearse seriamente su continuidad en este escenario”, concluyen.